Abordar el misterio de los agujeros negros

Mario G. Gutiérrez
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El físico teórico José Edelstein explicó más detalles acerca de estos objetos «muy misteriosos», cuya existencia supone la ausencia de sí mismos

Edelstein impartió una interesante conferencia sobre agujeros negros. - Foto: L.T.

«Los agujeros negros tienen aún mucho que contarnos». Es una de las primeras reflexiones que emanan de conversar con el físico teórico y divulgador José Edelstein.

«Es complicado definir un agujero negro, porque no hay materia, aunque puede que la haya habido», asegura. Edelstein asegura que ahora mismo es el mejor momento para hablar de agujeros negros, «el siglo XXI es el mejor», ya que según relata durante los últimos 20 años se ha avanzado mucho más que en siglos enteros.

Tanto es así que el propio divulgador aseguraba, en declaraciones previas a La Tribuna, que «hace tan solo unos meses dos de las teorías que vamos a explicar no se habían formulado». 

Y es que Edelstein explicó durante su conferencia que «hay una estrella que rota sobre un agujero negro», justo a la misma distancia que la Tierra hace lo propio con el Sol, «como si fuera un par Tierra-Sol y Estrella-Agujero, pero con miles de años luz de distancia».

El segundo de los teoremas que desgranó fue el que ha permitido conocer un agujero negro que se encuentra en una galaxia lejana, «muy rodeado de materia», que impide tener evidencias directas, pero que el agujero produce «fenómenos de muy alta energía», por lo que los neutrinos que produce, dado que es «una partícula que interactúa muy poco», permiten que a su llegada a la Tierra, conozcamos mejor cómo es el funcionamiento de estos restos fríos de antiguas estrellas.

A pesar de poder contextualizar «más o menos» lo que son, Edelstein asegura que no es fácil hablar de ellos, puesto que los que se conocen se encuentran muy alejados y el estudio de forma verosímil no es sencillos. «Todo se hace en base a las teorías de la física» y teniendo esto como punto de partida se producen los avances y las conclusiones acerca de estos objetos astronómicos cuya fuerza gravitatoria es tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de él.

El físico explicó que se trata de un objeto que «despierta muchas preguntas», y que gracias a los elementos de estudio, cada vez más sofisticados, la ciencia está siendo capaz de resolver.

La Teoría Relativa General, encargada de explicar el universo a gran escala, es la que según Edelstein, nos permite comprender el universo con bastante precisión, así como la física de partículas que «también entendemos bastante bien». Sin embargo, «tenemos muchas evidencias de consistencia interna de que algo no funciona del todo bien» y es ahí donde se ubican los agujeros negros, ya que esa búsqueda «sobre lo que está mal» se antoja fundamental para dar un paso adelante en tener más solidez en los argumentos y un mayor conocimiento de la galaxia, puesto que se trata de «objetos muy misteriosos que consisten en la ausencia de sí mismos».

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