El profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Castilla-La Mancha José Ramón de la Cal presumía hoy de que, por primera vez, el Ayuntamiento de Sonseca tenía entre sus fondos un dibujo técnico del visigodo San Pedro de la Mata. El alcalde, Sergio Mora, recibió el obsequio que evidencia el vínculo entre las dos instituciones. Una ligazón musculada con la firma en la Real Fundación de Toledo de un acuerdo de colaboración que prorroga el trabajo conjunto del año anterior.

La Escuela de Arquitectura planteará más adelante medidas de gran repercusión y bajo coste en San Pedro de la Mata, una iglesia visigoda construida en la segunda mitad del siglo VII de la pedanía de Casalgordo. Los alumnos disponen de la oportunidad de estudiar y trabajar in situ en un edificio muy desconocido pero relevantísimo. «Vamos a dibujar y dibujando vamos a descubrir cosas. Lo que descubramos, vamos a transmitírselo a la sociedad. Vamos a poner en su sitio el patrimonio de Sonseca, que tiene uno de los edificios más importantes de la arquitectura española», apuntó.

Se trata de la una de las joyas del visigodo, declarada Bien de Interés Cultural desde 1931. Sin embargo, el alcalde dejó claro que la conservación de este patrimonio ha sido deficiente durante décadas. «Vamos a revertir esta situación», apuntó el regidor por un proyecto a largo plazo de recuperación física y de difusión de la valía del edificio. «No ha sido mimado», resumía sobre una parte del patrimonio de la provincia muy desconocida, en comparación con otras construcciones como Santa María de Melque, en San Martín de Montalbán.

El presidente de la Junta de Protectores de la Fundación de Toledo, Jesús Carrobles, resaltó que la investigación del pasado visigodo resulta dificultosa y no es de esperar «grandes palacios». Pero sí subrayó que ejemplos como San Pedro de la Mata suponen las construcciones más antiguas visitables en la Europa occidental, al margen de Toledo e Italia.

La ubicación retirada de San Pedro de la Mata ha salvado al edificio del vandalismo. Por el camino llamado 'El Colmerarito', a unos 3,5 kilómetros al suroeste de Casalgordo, se encuentran las ruinas de este conjunto monacal visigodo del siglo VII asociado al rey Wamba. «Es un edificio de planta rectangular que consta de una nave con estancias laterales, un transepto en el centro del rectángulo de apariencia entre cruz griega y cruz latina y una cabecera con capilla mayor, también con estancias laterales. Se trata de un conjunto monástico», describe la Junta.