Madre de la Esperanza rinde homenaje a sus iniciadores

Lola Morán Fdez. / L.T.
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La Fundación conmemora este año su 50 aniversario con una serie de actos, entre ellos este reconocimiento a quienes impulsaron la obra que sigue activa hoy día

Madre de la Esperanza rinde homenaje a sus iniciadores - Foto: L.T.

La Fundación Madre de la Esperanza de Talavera ha rendido un homenaje a los iniciadores de esta entidad hace ya 50 años en un acto que ha contado con una amplia representación política y social y en el que se ha descubierto una placa cerámica para destacar su papel en el nacimiento de esta iniciativa. Como recordó a los periodistas el director general de Madre de la Esperanza, Felipe García, la Fundación partió de «un grupo de iniciadores que, junto con el Instituto San Bonifacio y el que era el arcipreste de la ciudad, Nicolás Fernández Marcote, quisieron dar una oportunidad a las personas con discapacidad».

Lo que se celebró este lunes fue «un homenaje a esos iniciadores», coincidiendo con ese 50 aniversario de la Fundación, por considerar «necesario acordarnos de aquellos que empezaron esta obra que luego ha ido creciendo, ha ido consolidándose en el tiempo, pero que si no hubiera habido ese primer paso, no hubiera sido posible nada de lo que hoy es Madre de la Esperanza».

En este acto participaron familiares de aquellos primeros iniciadores de la labor de Madre de la Esperanza. Ellos fueron los seglares que, junto con el Instituto de San Bonifacio, «impulsaron esta obra», explicó García.

Madre de la Esperanza rinde homenaje a sus iniciadoresMadre de la Esperanza rinde homenaje a sus iniciadores - Foto: L.T.La celebración comenzó con una homilía presidida por el arzobispo emérito de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, en la que intervinieron familiares de los iniciadores de esta Fundación, que ha atendido en su medio siglo de trayectoria a «muchos cientos» de usuarios.

En la actualidad, cuenta con unos 400 usuarios de Talavera y comarca y con 140 profesionales, que prestan apoyo en todas las etapas de la vida a las personas con discapacidad. Nació en el año 1973 como un centro de educación especial y con el paso del tiempo se han ido sumando otros recursos como un centro de atención temprana, talleres ocupacionales, un centro especial de empleo y servicios residenciales como cuatro viviendas tuteladas, un hogar de menores discapacitados y servicios complementarios «importantes» como de ocio y tiempo libre y uno «pionero» como el de capacitación laboral para personas con discapacidad.

Al acto celebrado este 16 de enero asistió la alcaldesa, Tita García Élez, y parte de la Corporación Municipal, además del senador del PP José Julián Gregorio. García Élez agradeció la labor de ese grupo de iniciadores «que hace 50 años pusieron sobre la mesa la profesionalidad y la generosidad para hacer de Talavera una ciudad mejor, más inclusiva e igualitaria, atendiendo a las personas con discapacidad y abriendo un horizonte formativo y laboral para ellas».

En este acto, una de las diferentes iniciativas que llevará a cabo para conmemorar este 50 aniversario, Madre de la Esperanza ha querido mostrar su especial gratitud a Marcelo González Martín, Cipriano Sánchez Palomares, Nicolás Fernández Marcote Ángel, Isidro Sánchez, Gonzalo Godoy, Aureliano Prieto y el Instituto secular San Bonifacio, puesto que todos ellos «hicieron posible lo que hoy es la Fundación Madre la Esperanza de Talavera de la Reina».

Tras la misa de acción de gracias se inauguró en el centro de Madre de la Esperanza una placa cerámica conmemorativa en la que aparecen reflejados todos y cada uno de los iniciadores de esta casa. 

La jornada continuó con un acto en el que se dio voz a los representantes de aquellos iniciadores, quienes a su vez quisieron dar las gracias a todos los integrantes de la Fundación, tras lo que se reconoció por su parte a esos familiares o personas muy cercanas de los iniciadores.

Además la Fundación Madre de la Esperanza estuvo arropada por miembros de su Patronato, familias, profesionales, antiguos profesionales, empresas, colaboradores, benefactores y voluntarios, todos ellos enriquecen cada día de una u otra manera la gran labor de la Fundación.