La universidad es un espacio para la creación y transmisión del conocimiento que, por su esencia, ha de trascender fronteras. Precisamente por ello y porque por sus misiones propias están ubicadas sistémicamente en la formación, la investigación, la innovación, el desarrollo personal y social y el impulso al progreso económico, la Comisión Europea ha planteado a finales de la década pasada una estrategia para las instituciones universitarias que supera ampliamente el originario programa Erasmus que tanto contribuye a vertebrar una real unión entre los estudiantes europeos.
Una de las principales iniciativas de la estrategia europeas en este ámbito es la de las llamadas 'Universidades Europeas' que aspira inicialmente a configurar, a mediados de 2024, un total de 60 consorcios con la participación de más de 500 instituciones de educación superior, con el objetivo de que esas alianzas transnacionales marquen la ruta  hacia la universidad del futuro, promoviendo los valores europeos y reforzando la calidad y la competitividad de las instituciones universitarias del espacio europeo mediante la colaboración con empresas, organizaciones no gubernativas, entidades locales y regionales a través de una cooperación entre equipos inter y multidisciplinares.
Se trata de un planteamiento muy ambicioso de movilidad e internacionalización radical en cuanto que las universidades socias compartirían competencias, recursos, infraestructuras, programas formativos y proyectos de investigación y en lo que estarían implicados todos los integrantes del ecosistema universitario, profesores, investigadores, personal técnico, de administración y gestión, estudiantes, empresas y otros agentes sociales.
La iniciativa comenzó en 2019 a nivel europeo con una convocatoria piloto y en 2020 se realizó la primera convocatoria ordinaria en la que participó la UCLM liderando un consorcio integrado por instituciones universitarias de Alemania, Francia, Italia y Polonia. En el proceso competitivo de valoración de las redes que se presentaron la que encabezaba la Universidad de Castilla-La Mancha superó la fase de evaluación por parte de la Comisión Europea en cuanto a la calidad e interés del proyecto transnacional que presentó pero, lamentablemente, no pudo ser financiada con fondos europeos por las limitaciones presupuestarias de la convocatoria. En 2022 ha habido una nueva convocatoria, resuelta el pasado 27 de julio, en la que la UCLM participó en esta ocasión como miembro no coordinador del consorcio.
Ciertamente la iniciativa 'Universidades Europeas' no  está exenta de retos complejos como el de la necesidad de un modelo regulatorio satisfactorio, un sistema de gobernanza adecuado, una financiación a medio y largo plazo garantizada, etc. En la actualidad, la Comisión Europea está trabajando en aspectos tan relevantes como la formulación de un marco europeo para el diseño de titulaciones, el análisis del proceso de creación de un título europeo conjunto o la configuración de mecanismos de apoyo a las universidades para el desarrollo de viveros de empresas en los campus. El desafío es encauzar fortalezas y aprovechar oportunidades para atraer y retener profesores, investigadores, técnicos y estudiantes impulsando la movilidad y la cooperación internacional para la formación cualificada de los ciudadanos, la investigación de excelencia, la innovación incremental y la defensa de los valores democráticos. Por ello, no podemos quedarnos al margen de este proceso de universidades transnacionales dado su extraordinario interés estratégico que trasciende los ámbitos nacionales y en el que ya 31 universidades españolas participan mediante su integración en las alianzas seleccionadas por la Comisión.