Los técnicos del Ayuntamiento de Toledo están en contacto con los del Cabildo, propietario de la Catedral, desde el domingo por la mañana, día en el que apareciera en la calle Cardenal Cisneros una roca de grandes dimensiones desprendida de la fachada sur del templo. La idea es evaluar y corregir los problemas que afecten al edificio.

Así lo ha explicado el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, quien también apuntó que los bomberos hicieron la misma madrugada en la que se tuvo conocimiento de la caída de la piedra una inspección de toda la zona, la cornisa y el área que podía estar afectada «y se determinó que inicialmente no había ningún riesgo más, lo que no quiere decir que pasado mañana no ocurran cosas». Bomberos y Policía también colaboraron en la recogida de la roca, que entregaron a la Catedral. El siguiente paso será ayudar a la propiedad en la actuación pertinente. A partir de ahí, «los medios de que disponga el Ayuntamiento están a disposición de la Catedral, y la vamos a apoyar en lo que nos indiquen que van necesitando».

Ayuda del Gobierno. El edil mostró su esperanza en que pronto pueda haber una respuesta positiva por parte de todas las administraciones para conservar este patrimonio, y que también ayude el Gobierno central. Porque, según recordó, tras la reciente visita de Política Territorial, Isabel Rodríguez, a la Catedral para comprobar el resultado de los  trabajos en el exterior del Transparente, «manifestó un interés por ayudar a conservar el patrimonio, en concreto, con intervenciones en la fachada sur de la Catedral, que es la que nos ocupa».

En aquel encuentro, ha adelantado La Tribuna, el deán, Juan Pedro Sánchez Gamero, reiteró al Gobierno central la necesidad de restauración que arroja la fachada sur del templo, que «a causa de la erosión y paso del tiempo», necesita rehabilitaciones «principalmente en pináculos y otros elementos que podrían desprenderse y comprometer la seguridad». A priori, según palabras de Sánchez Gamero, los cimientos del templo en este punto no necesitarían ninguna acometida, aunque «antes de la redacción del proyecto, se comprobará el estado real y si es necesario llevar a cabo alguna actuación», declaró. La actuación, según el deán, supondría una inversión de entre 2,5 y 3 millones de euros.

En la misma línea se había expresado el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, quien en lo referente al VIII Centenario, pidió «delicadeza» al Gobierno, mostrando su preocupación por la seguridad y conservación del patrimonio.

La Catedral ha comenzado a prepararse para celebrar el octavo centenario de la colocación de la primera piedra en 2026. Entre  las actividades ya anunciadas  se encuentra una exposición que impulsará la recién creada Fundación 'Primatelis Sedis Toledana'. En este contexto, enmarcado también en la declaración del Año Jubilar de la Catedral de Toledo (2026-2027), se ve necesarias unas obras que ayudarán a reforzar el esplendor de la Primada.

En definitiva, concluyó Pérez del Pino, «con el Gobierno de España y el Cabildo de la Catedral aunaremos esfuerzos para que ese bien patrimonial, que es de la Humanidad, no sufra daños y podamos conservarlo con la ayuda de todos lo mejor posible».