La siniestralidad laboral en Toledo se dispara un 20,2%

Redacción
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"Los datos son alarmantes. La siniestralidad laboral sigue siendo y se refuerza como la más aborrecible seña de identidad de nuestro mercado de trabajo", declara CCOO

Miembros de CCOO en la plaza de Zocodover

El número de accidentes de trabajo con baja registrado en la provincia de Toledo en 2022 aumento un 18,3% respecto al año anterior. El incremento llega al 20,2% si nos centramos en los siniestros que se produjeron en jornada de trabajo, excluyendo los accidentes in itinere; según el Informe anual de siniestralidad laboral que el pasado martes conoció la Comisión provincial de Seguridad y Salud, de la que forma parte CCOO.

"Los datos son alarmantes. La siniestralidad laboral sigue siendo y se refuerza como la más aborrecible seña de identidad de nuestro mercado de trabajo", advierte Nuria Garrido, secretaria de Salud Laboral y Empleo de CCOO-Toledo.

"En 2021, se computaron en la provincia 9.633 accidentes con baja. En 2022, 11.395. Es cierto que las víctimas de accidentes mortales fueron menos, siete, tres menos que en 2021, pero estamos hablando de siete personas que salieron un día de su casa a ganarse el jornal en su puesto de trabajo y perdieron la vida, algo que en pleno siglo XXI es inasumible", señala Garrido.

"Nos preocupa especialmente el disparado aumento de la cifra de accidentes sufridos por mujeres, un 44,3% más que el año anterior, mientras entre los hombres se incrementó un 8.3 % de los hombres. En parte, el crecimiento exponencial de la siniestralidad laboral entre las trabajadoras toledanas se explica por la incidencia del covid en el sector sanitario y sociosanitario, ambos muy feminizados."

En términos relativos, el índice de incidencia (nº de accidentes por cada 100.000 personas trabajadoras ocupadas) de los accidentes en jornada para el conjunto de las actividades productivas aumenta un 4,2%, registrándose los mayores aumentos en las actividades de almacenamiento y transporte (42%), sanitarias y de servicios sociales (15,3%) y servicios de comidas y bebidas (10,4%). Las únicas actividades que experimentan ligeros descensos en la incidencia son la agricultura, ganadería y caza (-2,7%)

Respecto a las enfermedades profesionales, ha habido un aumento de comunicaciones de partes de un 24,5%. El Grupo 2 de estas enfermedades, las causadas por agentes físicos, acumula el 76,8% de todos los partes, debido al elevado registro de trastornos musculoesqueléticos. Y llama la atención que en el Grupo 6, de enfermedades producidas por agentes cancerígenos, no hay registro ninguno; cuando se estima que en España se producen más de 11.000 nuevos casos anuales de cáncer de origen laboral.

Las enfermedades profesionales son la gran asignatura pendiente de la salud laboral, lo que no se registra ni existe ni se previene. Son necesarios cambios de la propia definición de 'enfermedad profesional' y de su sistema de notificación y registro, para que deje de depender de las mismas entidades obligadas a la reparación del daño, las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.

Es preciso también poner en marcha procedimientos de sospecha de contingencia profesional en los Servicios Públicos de Salud, como recoge el RD 1299/2006, o que se mejoren. Y se debería crear un registro de personas expuestas a agentes cancerígenos, para que se pueda hacer efectivo el derecho a la vigilancia de la salud después de la etapa laboral y para facilitar el reconocimiento de cánceres de origen laboral.

Y por supuesto, hay que revisar el cuadro de enfermedades profesionales para actualizarlo e incorporar patologías relacionadas con los riesgos psicosociales. En muchas ocasiones, las personas trabajadoras 'mueren en vida' debido a las condiciones laborales en sus centros de trabajo.

Es necesario, finalmente, incrementar los recursos de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y los organismos técnicos de las Administraciones Públicas.

Por nuestra parte, desde CCOO-Toledo seguimos reforzando nuestra defensa de la seguridad y la salud laboral con formación y asesoramiento a nuestras delegadas y delegados de prevención, porque en los centros de trabajo donde está el sindicato se produce una menor siniestralidad.

Recordamos a las empresarias y empresarios de Toledo que es su responsabilidad cuidar la vida y la salud de sus trabajadores/as. Que saquen del cajón la LPRL y comiencen a aplicarla. Es una obligación que no puede estar a la cola de las demás obligaciones empresariales.

Es imprescindible que los centros de trabajo sean libres de accidentes, el trabajo no puede costarnos la vida.