Historia se escribe con 'R' de Rufo

Mario Gómez
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El matador de toros de Pepino ha logrado descerrajar en su primer año de alternativa la Puerta del Príncipe en Sevilla y la Puerta Grande de Las Ventas, y aún le queda al menos otra comparecencia en Sevilla y el debut en plazas como Bilbao

Tomás Rufo ha cosechado multitud de triunfos en este 2022, como por ejemplo en la Feria de Hogueras de Alicante. - Foto: EFE

Ser matador de toros es muy difícil, ser figura casi un milagro. Es una realidad a la que se enfrentan todos aquellos que quieren ser toreros. En muchos casos, una dedicación precoz que comienza cuando aún no han terminado los estudios primarios. Una carrera de fondo con la ilusión de llegar a ser matadores de toros y con la dificultad de saber que es prácticamente imposible llegar a figura.

Pasos cortos y dureza en la profesión que muchas veces dejan tantos y tantos jóvenes por el camino. El esfuerzo no siempre es recompensado por las alegrías que proporciona el toro, y muchos abandonan la intención de llegar a ser matadores de toros cuando solamente han toreado un puñado de festejos.

Es una especie de «selección natural» donde no siempre resiste el que más o mejores condiciones tiene, pero que afianza al que sigue en la lucha .El que resiste, gana, aunque este dicho solamente sea válido algunas veces.

Atrás queda aquel verano de 2019 cuando en unos carteles de novilladas nocturnas del verano venteño se anunciaba un novillero de Pepino que, sin apenas bagaje con los del castoreño, pretendía aprovechar su oportunidad de hacer algo importante y salir lanzado de Madrid.

Puede que ni el propio Tomás Rufo en sus mejores sueños plantease la posibilidad de lograr salir tan catapultado de aquella cita que ni una pandemia de dos años casi sin toros pudiera frenar su progresión. Antes de que la Covid llegase, al toledano aún le dio tiempo para salir como novillero en hombros de Las Ventas. Si su triunfo en las novilladas nocturnas le había supuesto un toque de atención, el hecho de salir en hombros aquella Feria de Otoño, supuso escribir la primera gran página de su historia particular y de la tauromaquia en general.

«Pasó» la pandemia y Rufo se hizo matador de toros en un cartel envidiable en Valladolid, tras lo cual empezaba el verdadero desierto para los nobeles. Caminar entre la escasez de contratos buscando aprovechar las oportunidades para lograr hacerse un hueco entre las escasas corridas de toros sueltas o concurridas ferias. Quizá por el buen hacer de la Casa que lo apodera, el hecho de posicionarse en un inicio de temporada en el que como primeros puertos de importancia aparecían Castellón, Sevilla, Nimes y Madrid, y que fueron alterándose con otros como Talavera, Toledo, Valladolid y Alba de Tormes, que sirvieron de rodaje justo y puesta a punto adecuada para firmar probablemente el mejor arranque de carrera de un matador de toros en los últimos tiempos.

A las cuatro orejas de Castellón, hay que sumar las tres de Sevilla y dos de Madrid en su confirmación de alternativa, para añadir un indulto en Nimes al sexto de aquella tarde. Nunca un matador de toros logró en su primer año de alternativa encadenar salidas en hombros por la Puerta del Principe y Puerta Grande en Las Ventas, y a pesar de que hay toreros como El Cid que lo han logrado en el mismo año (en 2005 sumó dos Puertas del Príncipe y una Puerta Grande o en 2006 sumó las de Madrid, Sevilla y Bilbao), el de Salteras lo hizo con más de un lustro de alternativa.

Para los amantes de las estadísticas, en apenas 17 corridas como matador de toros suma 42 orejas y un indulto, habiendo desorejado a 14 toros. En su horizonte, porque techo no se le ve, tiene anunciadas fechas como Bayona, Huesca, Pontevedra, Almería, Cuenca o Bilbao, otra de las plazas importantes de primera categoría y que podría permitir que el toledanose alzase con esa «triple corona» que nadie logra desde el citado año 2006.

Así mismo, si Rufo continúa con esta misma progresión exponencial y los toros le respetan, podemos estar ante la irrupcción del torero con más proyección del último cuarto de siglo, y una de las figuras de las próximas décadas.

De esta forma la historia reciente de la tauromaquia comienza a escribirse con 'R' de Tomás Rufo Resino.