Apaga y vámonos que llegan las vacaciones. Apagado, así parece que se queda la ciudad de Toledo, a pesar de que, tras la pandemia, el turismo crece en agosto. Pero, los toledanos tendemos a salir por la Puerta de Bisagra para no volver hasta el 1 de septiembre.
No nos vamos el mes entero, pero, la Feria de la Virgen del Sagrario es el momento del cambio de turno, entre los que entran y los que salen de última hora. A fin de cuentas, el verano, ya estará terminando, los colegios ya estarán abriendo sus puertas.
Para estos días de asueto, tendemos a proponernos, tras haber incumplido los retos de Año Nuevo, volver con más fuerza y más ánimo a casa. Nos imaginamos que volveremos y encontraremos la casa organizada, por sí sola, pero será que no.
Al entrar en la ciudad, notaremos los frutos de la inflación: vuelta al cole más cara, cesta de la compra por las nubes y vuelta al trabajo con ajustes presupuestarios.
Nos tocarán más horas de trabajo, menos ocio por la calle y echar muchas cuentas para llegar a fin de mes. Menos gas, menos carro de la compra y menos luz. Porque a más inflación y mayores recortes presupuestarios, menos dinero en el bolsillo por una masa de impuestos inamovible, según algunos, siendo claramente reducibles para otros muchos. Vamos caminando a una debacle general, siendo menos competitivos.
Ya estarán ahí nuestros próceres en Consistorio y Gilitos para, como tarea de verano, rellenar un cuaderno de eufemismos y frases hechas que, esquivarán la realidad que ya tenemos encima y, que no afrontan.
Los problemas no se arreglan escondiendo la cabeza debajo del ala, igual que tampoco hemos de escupir hacia arriba nadie, porque al final, al final todo cae. Hasta el régimen socialista. Miren Andalucía, desaparecidos del gobierno y su antigua cúpula de camino a chirona. Antes iban del sillón de gobierno al puticlub, parando a echar una mariscada con representantes de la paz social.
A ver si ponemos, ya de una vez, un poco de diligencia y sensatez, porque nos están conduciendo a un constante cabreo, cada vez más sonoro y tenemos que templar ánimos y bajar revoluciones, que ya llegarán las elecciones. Así que ya tenemos tarea para el verano.