En el Palacio de Justicia aún se están acostumbrando a la separación de jurisdicciones que hizo efectiva el Ministerio el pasado 1 de enero con el objetivo de mejorar la actividad y ganar en eficacia tanto en la tramitación como en la resolución de asuntos. Sin embargo, la medida vuelve a sacar a la luz la escasez de juzgados en Toledo a pesar de la reciente implantación del cuarto de lo Social y del noveno, que entró como órgano mixto de Primera Instancia e Instrucción el pasado 1 de octubre.

De momento, es pronto para evaluar el funcionamiento interno de los distintos órganos en función de la separación de jurisdicciones, que se ha estructurado en tres juzgados de Instrucción y cinco de Primera Instancia, pero el decano del Colegio de Abogados, Ángel Cervantes, apunta la necesidad de nuevos juzgados en un partido judicial «que ya andaba bastante justo». Al respecto, tiene claro, a pesar de que la reforma aún no ha cumplido los dos meses, que «son pocos órganos» aunque se les haya descargado de materia.

Desde el 1 de enero, la Primera Instancia recae en cinco juzgados, aunque hay que tener en cuenta que uno de ellos está fuera de esta lista temporalmente porque se dedica en exclusiva a las cláusulas hasta finales de año o incluso más, dependiendo de si Justicia prorroga de nuevo la medida del plan de refuerzo para hacer frente a la gran cantidad de asuntos que llegan.

«Ya sabíamos que se necesitaban más juzgados antes del desdoblamiento», explica Cervantes, pero subraya que en los próximos meses se podrán observar los efectos con mayor fidelidad porque hay que dejar pasar tiempo. Por ahora, el Colegio de Abogados no está recibiendo quejas de los letrados por posibles disfunciones o retrasos en señalamientos derivados de la división de jurisdicciones.

Y la Instrucción recae en tres juzgados, el número 4,  el 5 -que llevaba desde hace bastantes  años la materia de violencia de género- y el 9, creado hace menos de seis meses. En este caso, recuerda que las necesidades y las reivindicaciones son nuevas porque Toledo lleva años pidiendo más órganos y Justicia no lleva el ritmo de creación que exige el ritmo y la actividad diaria a pesar de que el año pasado se hayan inaugurado dos juzgados en la capital.

En este sentido, el juez decano de Toledo, José Ramón Bernácer, ya comentó en octubre que la entrada del 9 juzgado mixto en Toledo supondría la separación de jurisdicciones, dado que se necesitaba un número de órganos suficiente, y pondría en evidencia la necesidad de disponer de, al menos, dos juzgados más para sobrellevar toda la materia ligada a la Primera Instancia porque cinco juzgados «eran muy pocos» debido al volumen de actividad, lo que obliga a realizar malabarismos para intentar aprovechar al máximo los recursos disponibles.

otros órganos. Los juzgados de Primera Instancia y los de Instrucción no son los únicos sobre los que proyectar las necesidades. Al margen de esta problemática, el decano del Colegio de Abogados avanza la posibilidad de que la jurisdicción de lo Social también se sobrecargue los próximos meses «fruto de la crisis sanitaria» en el ámbito laboral. Asegura que la entrada del cuarto juzgado en octubre ayuda a sobrellevar la actividad en una jurisdicción con gran volumen de asuntos de entrada y una carga de trabajo que suele exceder bastante la carga de trabajo máxima que se recomienda desde el Consejo General del Poder Judicial.

Asimismo, Cervantes pone el foco en el juzgado de lo Mercantil, que ahora asume en exclusiva esta materia en toda la provincia. Aun así, también cree «que va a tener problemas» por el posible aumento de los concursos de acreedores durante este año.

De momento, el Ministerio de Justicia no ha anunciado nuevos juzgados en Toledo y todo indica que la ampliación de órganos tardará en materializarse si se tiene en cuenta la experiencia y la cantidad de años que los juzgados, incluido el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, han reclamado mejoras.

Si bien, la posibilidad de que en un futuro se planteen nuevos órganos añade una nueva problemática porque exige adelantarse y plantear dónde ubicarlos, ya que el Palacio de Justicia es un edificio bastante agotado que ha ido buscando huecos para encajar los dos nuevos órganos que comenzaron a funcionar el año pasado.