Es un mal endémico en muchas asociaciones de vecinos. A la falta de tiempo de sus cargos directivos, cuando son jóvenes y deben atender a familia y trabajo, se une la ausencia de un compromiso mayor  para echar una mano por parte de una gran mayoría de residentes en el barrio. De forma que a la postre cuando algunos presidentes, secretarios o tesoreros creen que han agotado ya su tiempo en el cargo no encuentran relevo.

Esto es lo que le ha ocurrido a la hasta ahora presidenta de la Asociación Río Chico, Sheila García. Cogió el cargo hace ya seis años, cuando había dejado de trabajar para cuidar de su hija, y tenía algo más de tiempo libre. Después comenzó a trabajar media jornada, y de ahí a completa. A la larga la labor en la Asociación le está llevando demasiado tiempo, que tiene que quitar de su trabajo y familia.

En Río Chico, se lamenta García, son pocas personas colaborando y la Asociación lleva tres barrios con diferente problemáticas. Además, desarrolla muchas actividades y talleres. De forma que la presidenta no daba más de sí y ha venido pidiendo colaboración vecinal durante varias asambleas, que al final no han obtenido la respuesta esperada.

Así que en diciembre, ella ya anunció que dejaba la Presidencia. No ha habido respuesta. Y en una reciente Junta Extraordinaria ha presentado su dimisión, «porque no puedo dedicarle más tiempo, entre llamas, correos, visitas y reuniones, el poco tiempo libre que tengo lo dedico a la Asociación». Ella se queda como vocal, con el compromiso de ayudar a sus compañeros en todo lo posible, ya sin una dedicación tan exclusiva, y sin estar en primera línea, «pero por la Asociación voy a estar los años que sea, por mi bario, mientras pueda hacer algo».

La Junta Directiva tendrá que escoger mañana jueves un nuevo presidente y un nuevo secretario, que también dimitió por falta de tiempo. Algún vocal deberá asumir el cargo.

La idea, apunta García, es que si no salen nuevos componentes para la Junta Directiva, los actuales irán rotando cargos durante dos años «para que al presidente no se le haga tan pesado».