La Virgen más querida

Redacción
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Centenares de personas llenaban hoy la Catedral para acompañar a la Virgen del Sagrario, 'patrona popular' de Toledo -la oficial es Santa Leocadia-, en su procesionar por el interior de la Catedral

Los toledanos volvieron a demostrar la veneración que sienten por la Virgen del Sagrario. Centenares de personas llenaban hoy la Catedral para acompañar a la 'patrona popular' -la oficial es Santa Leocadia-, en su procesionar por el interior de la Catedral. Una procesión presidida por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, que estuvo en todo momento flanqueado por el obispo auxiliar, César García Magán, y el obispo de Albacete, Ángel Collado.

Los miembros de la Esclavitud de la Virgen del Sagrario, -renacida  en 1924 y heredera directa de aquella más antigua de 1571- encabezaron el cortejo procesional.  Detrás de ellos se situó el Cabildo.

Los empleados del templo primado trasladaron a la imagen, que presidió la Eucaristía, por la girola y la nave del Evangelio hasta volver a su posición de salida, a la altura del  interior de la Puerta de los Leones, lugar preeminente que ocupa desde hace una semana cuando abandonó su capilla con motivo del inicio de su Octavario.  Allí quedó a disposición de los fieles que se acercaron a besar su escapulario.

La Virgen del Sagrario presidió hoy la Eucaristía en la Catedral de Toledo.La Virgen del Sagrario presidió hoy la Eucaristía en la Catedral de Toledo.Al finalizar el acto, el arzobispo no dudó en felicitar a Marisa Martínez, presidenta Esclava Mayor, por la gran organización de este Octavario que supone una vuelta a la normalidad después de casi dos años de pandemia,

El origen de la talla de la Virgen del Sagrario se remota al menos al siglo XIII, por lo que casi ocho siglos contemplan a esta imagen, que no era venerada con el título de hoy en los siglos inmediatos a sus construcción.  Se le llamó  'Santa María de Toledo' o 'Santa María de la Catedral de Toledo' como consta en multitud de documentos. Probablemente estaba en el Altar Mayor y entrado ya el siglo XV, fue trasladada la puerta del relicario o Sagrario, donde se custodiaban las reliquias, poniéndola en un nicho abierto sobre el dintel.

 La talla es de madera de níspero. Está toda ella, excepto la cabeza y manos, recubierta de plata con un galón de oro engastado de pedrería. Se encuentra sentada en un trono, con el niño en su regazo, vestida de manto sobre doble túnica y velo en la cabeza. Su coronación canónica se celebró en 1926. Desde entonces porta una corona  fabricada en oro y platino y adornada por 170 brillantes, 10.451 rosas, 99 esmeraldas, 3.015 zafiros, 3.687 rubíes y 53 perlas. Se trata, sin duda, de uno de los mejores trabajos de orfebrería del siglo XX en España.