Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Una oportunidad para Vega Baja

12/01/2023

'Una ciudad modelo' es uno de los textos más conocidos de Jerónimo López de Ayala, conde de Cedillo y vizconde de Palazuelos. Fantaseaba sobre un Toledo cosmopolita, con grandes avenidas y fuentes monumentales, vaporcillos surcando el Tajo, tranvías e ingenios aéreos para subir a Zocodover, cuatro estaciones de ferrocarril, universidad, Teatro de la Ópera, jardín botánico y zoológico, edificio de Bolsa, así como vistosas estatuas de personajes históricos. Si esa ensoñación literaria, que contrastaba con la ajada realidad toledana del momento, hubiese sido escrita hoy, y no en 1889, tan reputado erudito habría sido 'crucificado' por algunos, pues parte de esa metrópoli, que en nada envidiaba a París, se levantaba en la Vega Baja, donde también había un palacio real y la iglesia de San Hermenegildo, comparable a la catedral.
Mucho ha llovido desde aquella quimera y, pese al 'sueño' del vizconde, parte de la Vega Baja continúa siendo un descampado. Desvanecido el afán constructivo iniciado en los años noventa por el alcalde Agustín Conde tras el acuerdo con Defensa para la compra de la Fábrica de Armas y su posterior cesión a la Universidad, hay quienes sostienen que esos terrenos son intocables, no aceptando ninguna intervención allí, aunque sea para poner en valor los restos arqueológicos existentes e incorporarlos al devenir cotidiano como lugar de ocio y recreo cultural.
Entre quienes piensan que en Vega Baja solo hay «cuatro zanjas y dos monedas», como dijo un dirigente empresarial, y quienes se oponen obstinadamente a que se mueva un ápice de tierra, hay alternativas. Desde mi personal punto de vista, ese término medio pasa porque allí ocurran cosas para que los ciudadanos podamos disfrutar más de ese paraje. Ya se dio un paso con la premiada 'Senda de las Moreras'. La actuación que durante los próximos meses hará en su entorno el Ayuntamiento, en desarrollo del convenio suscrito con el Ministerio de Cultura y la Junta de Comunidades, tendente a mejorar la conservación de las estructuras visigodas descubiertas, contextualizarlas, ampliar senderos peatonales y carril-bici, así como ejecutar plantaciones vegetales, puede abrir caminos para librar ese espacio del abandono arrastrado desde que hace más de una década se afrontasen allí las últimas excavaciones. Vega Baja se merece esta oportunidad.