Dicen que una parte del periodismo es contar historias, pero qué difícil es narrar que un hombre decide cruzarse media Europa para recibir formación militar y así poder defender a su país en plena guerra. Es la historia de 64 ucranianos que han viajado hasta Toledo para recibir adiestramiento militar en la Academia de Infantería. Lo imparte el 'Toledo Training Command' y solo hay otros dos puestos de mando similares en Europa, ubicados en Polonia y en Alemania.

Aunque ahora son 64 soldados, la idea es que por el centro toledano pasen hasta 400 ucranianos en rotación cada dos meses. Todos ellos son recogidos por los militares españoles para darles residencia y cubrir con su alimentación, asistencia médica, psicológica -si  lo requieren-, además del propio adiestramiento. Este se dividirá en cinco fases. La primera y actual es una instrucción básica, puesto que la mayoría de los participantes no son profesionales, por lo que los mandos afincados en Toledo los adentran ante posibles situaciones de combate.

Esos escenarios se dividen en estaciones, como por ejemplo, el aprendizaje de hacer torniquetes para que en caso de padecer una herida de guerra, «superar el dolor, por intenso que sea, para seguir combatiendo o, al menos, huir de la zona de peligro», tal y como explica uno de los adiestradores, el Capitán Vera.

El compromiso con Ucrania desde dentro - Foto: Yolanda LanchaLa segunda de las estaciones tiene que ver con el traslado o la evacuación de bajas en campo de combate. Dependiendo del tipo de herida que sufra el compañero deberán trasladarlo de diferente manera, por ello ensayan técnicas como «el caballo entre dos, la del bombero o la del sostén» detalla el Capitán.

El último de los escenarios mostrados en este entrenamiento es la técnica de tiro. Los combatientes se colocan en fila, en posición de pie, y cuando escuchan el pitido de un silbato cambian la postura apoyando la rodilla en el suelo y disparan su fusil HK o pistola con fuego real hacia los objetivos. Aunque el armamento y los uniformes con los que cuentan los soldados son los de la estructura española militar, el Capitán Vera informa de que eligen «los más parecidos a los de su país para facilitarles el trabajo». Los diferentes cargos militares de la Academia de Infantería reconocieron que están siendo más flexibles de lo que habitualmente son con sus alumnos españoles para «adaptarse a sus necesidades».

Tras este período de instrucción básica, que dura cinco semanas, posteriormente el MPCC (Cuartel General de la Capacidad Militar de Planificación y Ejecución) de la Unión Europea decidirá si se someterán a las siguientes fases del adiestramiento, más especializadas. Estas consisten en la formación de tiradores de precisión; instrucción contra artefactos explosivos improvisados y atención táctica a bajas de combate.

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