Diferentes caras de una misma lacra

Mario G. Gutiérrez
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La actriz y cineasta Mabel Lozano proyectó en la Biblioteca de Castilla-La Mancha tres de sus cortos para dar visibilidad a diferentes formas de violencia contra la mujer

Lozano junto a la directora del la Biblioteca, Mariló Cristóbal y la jefa de la Unidad contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno en CLM. - Foto: L.T.

La Biblioteca de Castilla-La Mancha sigue respirando cultura. No solamente de la literatura vive la institución regional, sino que cualquier disciplina relacionada con el arte y la cultura tiene cabida dentro de sus muros. 

Es el caso de la charla coloquio organizada por la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer, Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, encuadrada en el II ciclo de conferencias 'Una aproximación cultural a la violencia sobre la mujer', que bajo el título 'Explotación sexual, mutilación genital y violencia de pareja: tres caras de la violencia machista', pretendió una aproximación cultural a la violencia sobre la mujer, en estos tres ámbitos a través de la filmografía ejemplificante de la toledana.

Una jornada en la que se proyectaron tres cortos de la escritora, modelo, directora de cine y actriz de cine, Mabel Lozano. Además de su extenso curriculum, es una destacada activista en defensa de los derechos de las mujeres. En su obra destaca la denuncia de la explotación sexual de las mujeres a través de la prostitución y la trata.

Su opulenta obra audiovisual se encamina a este tipo de reivindicaciones, algo que la propia Lozano destaca en sus declaraciones a La Tribuna, donde destacó que la intención es la de «contextualizar la violencia», ya que «no solamente se da en el ámbito familiar». 

Además ante la cercanía del 25N, Lozano ha denunciado que hay en muchos casos en los que la víctima sufre un caso de «indefensión aprendida», ya que no son conscientes de que están sufriendo violencia puesto que piensan que «eso es propio de gente más mayor, y no pasa a la gente joven, por lo que animaba «al entorno» a «entrometerse» si ven que una familiar o amiga puede estar siendo víctima de violencia.

El primero de los tres cortos proyectados fue precisamente el último que ha dirigido la toledana, 'Flores para Concha'. Una obra que habla sobre el asesinato sobre las tablas del Teatro Cervantes de Almería de la actriz y poetisa almeriense Concha Robles, que fue asesinada por su ex marido cuando interpretaba el primer acto de 'Santa Isabel de Ceres'. 

Con ello, y tras el rodaje, Lozano explicó que se ha conseguido dar a conocer la figura de la actriz en su propia ciudad «donde ni una calle, ni una plaza la recuerda», y que tras el rodaje del documental, se ha logrado que, en el centenario de su muerte, se de su nombre a un camerino del teatro donde falleció y se mantenga su cuerpo en el cementerio donde reposa, ya que «iba a ser sacada de allí al cumplirse un siglo de su entierro».

La segunda de las obras proyectadas fue 'Mariama', un cortometraje documental de UNAF, bajo la dirección de Mabel Lozano, ofrece un testimonio íntimo de amor y lucha de un padre por librar de la mutilación genital a su hija y constituye una eficaz herramienta de sensibilización contra esta violencia. 

Un cortometraje del que la propia directora y guionista destacaba que «quería que el narrador fuera un hombre, puesto que no todos los hombres son violadores, asesinos y maltratadores», sino que en este caso es gracias a un hombre, Mariama pudo salvarse de la mutilación genital. 

Por último se presentó la obra más reconocida, 'Biografía del cadáver de una mujer', una obra que trae la historia de una mujer víctima de trata y que es asesinada a tiros. «Nos mira, nos habla y nos concierne», explica Lozano, que aporta el dato de que en lo que va de siglo son casi medio centenar de mujeres las asesinadas en España tras ser víctimas de trata. «Torturadas, apuñaladas, ahogadas, degolladas...», son diferentes formas de ser asesinadas a causa de un mismo motivo, y de las que «nunca se habla, porque parece que a nadie le interesa una prostituta». Un documental que ganó el Goya en 2020 como Mejor cortometraje documental. 

Tras ello, un animado y distendido coloquio en el que con Lozano como directora y el público como dinamizador, se expusieron diferentes planteamientos de un tema que afecta «a un alto número de mujeres».