Pedro Tomé tiene que dejar la competición

J. M. Loeches
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Tras el infarto sufrido en Lanzarote por la obstrucción de una arteria, el triatleta toledano podrá seguir practicando deporte, pero sin competir

Pedro Tomé tiene que dejar la competición

«Se cierra una puerta, pero seguro que se van, o voy, a abrir muchas más». El dueño de estas palabras es Pedro Tomé. El percance sufrido el pasado día 21 de mayo en el Ironman de Lanzarote le ha obligado a dejar la competición, aunque podrá continuar con su vida deportiva. Es la recomendación de los médicos tras sufrir un infarto en plena competición, provocado por la obstrucción de una arteria coronaria. Además, el triatleta toledano no lo sabía, pero salió a competir con COVID.

«Estoy seguro de que me salvaron las ganas hacer cosas, de luchar, de reírme, de reinventarme, de disfrutar, en definitiva, de vivir», reconoce el deportista. Y es que, tras salvar sin problemas el segmento de natación, Pedro Tomé comenzó a detectar que «algo no iba bien» cuando se subió a la bicicleta. «No era una sensación de asfixia o no poder respirar, pero sí sentía que no podía llenar mis pulmones con total normalidad», cuenta el triatleta.

Con 15 kilómetros todavía para acabar el segundo sector, optó por echar el pie a tierra. Poco después, una ambulación lo trasladó al Hospital Insular de Lanzarote. «Luché contra un infarto y el COVID haciendo lo que más me gusta y siendo siempre positivo y mirando al futuro», insiste Tomé, que luego viajó hasta el Hospital Universitario de Gran Canaria, donde permaneció varios días en la UCI en observación para descartar dolencias cardiacas más graves. Una analítica y un electrocardiograma ya dejaban entrever que podía haber sufrido un infarto.

Efecticamente, el pasado sábado dio negativo en la prueba COVID y recibió el alta. El cateterismo reveló la arteria obstruida que le provocó el infarto, aunque sin añadir problemas mayores. Se tomó unos días de tranquilidad en la isla para regresar ya esta semana a Toledo.

Tomé arranca una nueva etapa en su vida. Tendrá que sacar de su mente Hawái y todos esos retos quedarán guardados definitivamente en un cajón cerrado para siempre, pero lo ha encajado con una entereza encomiable. «Me siento como el que estrena algo nuevo y lo quiere enseñar», asegura. Y continúa explicando que lo que estrena es «una nueva oportunidad que me da la vida; dentro de una vida hay muchas vidas, lo tengo claro y estoy seguro de que mi hermano que me cuida desde ahí arriba me transmite tanta energía para cuidar de muchos que me quieren aquí abajo».