El Soliss Águilas de Toledo tenía un partido importantísimo en el campo de la Escuela de gimnasia frente al Olímpico de Pozuelo. Al final, la concentración, máxima desde el calentamiento, fue fundamental para sumar la victoria por un ajustado 17-15.

El encuentro arrancó con un ensayo tempranero de Las Águilas, a los nueve minutos, aunque esto no hizo que se relajaran. El equipo capitalino era plenamente consciente de que cualquier fallo supondría un esfuerzo extra para mantener la intensidad, así que el primer periodo discurrió con una defensa resolutiva, con fases estáticas favorables y una buena comunicación en ataque.

El parcial, en este caso, se decantó para las anfitrionas, gracias a una transformación por encima. Con 12-10 en el marcador, arrancó el segundo periodo. El parón no desconcentró al Soliss Águilas, y tampoco la lesión de una de sus jugadoras, que dejó a las locales con una menos porque ya se habían realizado todos los cambios. La reacción fue muy buena para compensar la inferioridad numérica, a través de un trabajo arduo en ataque, una defensa intensa y unas melés muy potentes.

El parcial fue de 5-5. Pese a que ninguno de los dos equipos regaló nada, Las Águilas mantuvieron la actitud y las ganas para alcanzar la victoria, después de superar los numerosos obstáculos que fueron apareciendo.