Hace pocas semanas Edmundo Bal anunciaba que dejaría la política al finalizar la legislatura. Este viernes ha anunciado que presentará su candidatura a las primarias para convertirse en el nuevo líder de Ciudadanos. Bal, abogado de Estado, dejó la carrera cuando fue presionado para que se pronunciara en contra de que los independentistas catalanes hubieran cometido el delito de sedición con violencia. Bal aseguraba que era incuestionable la violencia y dimitió. Contactado por Albert Rivera para que se incorporara al proyecto de Ciudadanos como candidato al Congreso, y aceptó dar el salto a la política. Diputado y portavoz segundo del grupo parlamentario, junto a Inés Arrimadas formaron un dúo aparentemente indestructible y eficaz a pesar de la precariedad numérica de su grupo. Bal fue una de las figuras más potentes de la legislatura, con intervenciones en las que demostró que una buena formación jurídica era elemento clave para hacer oposición a un gobierno como el de Pedro Sánchez.

La ley del sí es sí rompió la excelente sintonía que habían mantenido Arrimadas y Bal, pero los dos insisten en que más que ese proyecto de ley lo que les separaba en estos momentos era los distintos puntos de vista sobre el futuro del partido, la llamada refundación.

El comité que prepara el congreso de enero había encontrado una salida para paliar la situación actual: una bicefalia, con un liderazgo político fuerte, y una secretaría general que se ocuparía sustancialmente del día a día del partido, de su organización interna y rehacer el entramado regional. La incógnita se centraba en qué haría Arrimadas, que los últimos días ha recibido varapalos de distintos dirigentes del partido que cuestionaban su idoneidad para mantenerse como líder.

Es entonces cuando Edmundo Bal ha decidido dar el paso de presentar su candidatura a la presidencia. ¿Perspectivas de éxito? Dependerá del próximo movimiento que haga Inés Arrimadas, pero el anuncio de Bal ha provocado expectación y en algunos sectores de Cs, optimismo. A Arrimadas se la quiere, pero la idea generalizada en este momento es que para la etapa que se pretende iniciar hace falta nuevo liderazgo, nuevo equipo, nueva estrategia y, probablemente, nuevo nombre.

Es indiscutible que Arrimadas ha hecho un esfuerzo considerable para presidir un partido al que abandonó su principal abanderado, Albert Rivera, en el momento más crítico, y además continuó el goteo de abandonos, que dejaban a Ciudadanos en una situación imposible. Indiscutible también que Edmundo Bal es un hombre sólido, con formación jurídica y que en estos tres años ha demostrado pasión política y ganas de trabajar a fondo por Ciudadanos. El reto es inconmensurable, para uno y para la otra, decida Arrimadas dar la batalla por el liderazgo o retirarse a sus cuarteles de invierno.

Y queda en el aire una incógnita más: si el futuro de Cs, o como se llame el partido, pasa por luchar en solitario o llegar a acuerdos con Feijóo.