Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


El Atleti, expulsado y embarazado

08/11/2022

Me van a permitir que hoy salga de mis límites talaveranos y llevado de mi afición futbolística, escriba recordando mis tiempos de cronista deportivo, bueno más que deportivo, la dedicación casi exclusiva era para el Talavera, mientras mi corazón se dividía entre el club de fútbol talaverano y el madrileño colchonero. Es esa afición algo tóxica a los dos clubes la que desde hace muchos años me da alegrías y disgustos,  si dijera que en igual cantidad y equilibrio, mentiría y es que tanto los rojiblancos madrileños como los blanquiazules talaveranos tienen un balance francamente inclinado hacia los disgustos; colchoneros  y blanquiazules andan mal y a las pruebas me remito.
El club que lleva el nombre de Talavera acaba de cambiar de entrenador, último recurso fácil para tratar de enderezar grupos de jugadores que no funcionan. Casi siempre ese cambio de responsable produce en los jugadores una reacción que no se sabe bien porqué les hace triunfar en el primer encuentro que juegan y suelen conseguir un resultado positivo en el primer partido jugado cómo escribía y por efímera que sea la reacción, el once que acaba de cambiar de míster consigue el triunfo; semejante cosa no le ocurrió al club de Talavera que con nuevo director al frente y todo se trajo de Córdoba tres goles como tres soles pronosticando  una dura y amarga temporada.
Lo del Atlético es peor si cabe, porque a la enésima expulsión de Europa, hay que añadir esa camiseta chiflada que se ha sacado de la manga algún diseñador con sus facultades alteradas y las clásicas y sencilla rayas de los colchones las ha trastocado en líneas mixtas, que terminan en misteriosas curvas dando a la imagen de los atléticos un aspecto antinatural, como si estuvieran todos embarazados. De locos. Ya sé que semejantes barbaridades son el pan nuestro de cada día, pero por eso no dejan de ser monstruosidades sin pies ni cabeza más que conseguir el productivo propósito de vender y vender uniformes; por mi parte, si alguien cometiera el error de regalarme una de esas camisetas del Atlético, aseguro solemnemente que iría directa a la basura. Esto es una epidemia chiflada que hace por ejemplo que el uniforme suplente del Real Madrid –siempre blanco luminoso, 'los merengues' los llaman- sea ¡negro!
Quiero que quede claro el aprecio que tengo por Simeone que ha cambiado un club caótico en otro medio serio, lo que pasa es que la copa de Europa se le ha atragantado y no es capaz de superar el obstáculo, tal vez debiera dar un paso al lado para dejar que alguien  nuevo enfrente los grandes retos del equipo. 
Dicho esto con respeto y agradecimiento.