Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


Gente con alma

24/06/2021

No sé cómo se escribirá la historia. Me temo que pueda estar tan manipulada como los mensajes mediáticos de este gobierno y solo me queda confiar en que las hemerotecas hagan justicia a los dos años que venimos padeciendo, sometidos a una trágica pandemia aderezada por políticas que nos abocan hacia un horizonte de confrontación. Tampoco entiendo que un candidato conquiste La Moncloa con un programa plagado de compromisos que se han convertido en mentiras perversas a sus votantes, a su país y al conjunto de los españoles. Y se interprete como algo normal. Lógico. Natural. No, señores, no se puede engañar con tal desfachatez a millones de ciudadanos. Eso no es ético ni admisible en una democracia. Y animo a levantar la voz, sin complejos, a quienes, por temor a ser calificados como fachas, callan ante esa supuesta izquierda que se atribuye una autoridad moral superior al resto de los mortales que optan por discrepar. En este sentido, aplaudo a Page por mostrar a las claras su oposición a esa medida de gracia hacia los independentistas catalanes que Sánchez insistió en que nunca iba a promulgar. Ser crítico en el seno del PSOE, a estas alturas, debe ser una práctica más arriesgada que el parapente.
Reconozco que a mí me preocupa el rumbo que ha tomado mi país, donde unos pocos territorios gozan de unos privilegios que les restan a otros. Y a los vecinos de mi ciudad también les atañe este asunto. Pero ahí tienen a la señora alcaldesa, que impidió que el pleno municipal se pronunciara sobre los indultos porque no afectan a Toledo, eso lo dirá usted, pero tampoco tiene a bien gestionar en condiciones la ciudad que gobierna. Y eso es peor. Ese equipo de gobierno se ha convertido en la mejor representación de una Toledo triste, aburrida, resignada. Un espectro de lo que fue.
Así pues, en estos tiempos de mediocridad absoluta, de censuras disfrazadas de falso progresismo, encontrar a personas que brillen con luz propia, que expresan libremente sus puntos de vista frente a la corriente imperante, constituye un lujo. Y que a esa gente con alma la encuentres en Toledo, un privilegio. Es el caso de Antonio Zárate, querido profesor, quien, a través de la plataforma ‘Toledo. Sociedad, Patrimonio y Cultura’ ha hecho llegar a la Comisión Europea de Peticiones sus presagios sobre Vega Baja, los planes de las tres administraciones, Junta, Ayuntamiento y Ministerio de Cultura, encaminados a enterrar bajo ladrillos los vestigios de nuestro más honroso pasado. Zárate ha demostrado su generosidad infinita enfrentándose a los poderes de esta ciudad con una valentía guiada por la fuerza de sus convicciones, por el impulso de una pasión que le engrandece frente a los gigantes y con la seguridad de que su lucha no será en vano. Tal vez se construya el cuartel en La Peraleda y los políticos responsables de las administraciones cometan la osadía de privarnos de la riqueza de nuestro paisaje o de ocultar el legado de nuestros remotos antepasados. Pero al profesor y a su plataforma, con el coraje de los que nunca se rinden, siempre les quedará la certeza de que hicieron lo imposible para que el patrimonio venciera al cemento. Ahora nos toca a los toledanos alzar la voz para impedir que las políticas especuladoras sin escrúpulos nos hurten la herencia de lo que somos. Que Toledo mantenga su alma. Es nuestra obligación.