Algeciras: Flere; Albarrán, Van Rijn, Jordi, Tomás; Unai Veiga, Pepe Mena; Juan Serrano (Ferni, min. 71), Álvaro Romero (Elejalde, min. 78), David Martín (Iker, min. 84); y Roni (Mizzian, min. 78).

Talavera: Biel; Parra, Morante (Bassirou, min. 74), Josete, Brau; Javi Bueno, Sangare (Lolo Garrido, min. 62); Álvaro Juan, Edu (Giuliano, min. 46), Souleymane (Etxaburu, min. 46); y Escudero (Alfredo, min. 46).

Árbitra: Huerta de Aza (Comité tinerfeño). Enseñó tarjeta amarilla al local Pepe Mena y al visitante Sangare.

Goles: 1-0 Roni (min. 22). 2-0 Álvaro Romero (min. 68).

Campo: Nuevo Mirador. 4.000 espectadores.

El Talavera permanecerá una jornada más como "farolillo rojo" del Grupo 1 de Primera Federación al no traerse la victoria del feudo del Algeciras (2-0). Regresó el sabor de la derrota al equipo blanquiazul cuatro días después de sumar el primer punto de la temporada. Nuevamente, los fallos defensivos resultaron determinantes, además de varias ocasiones marradas para incluso darle la vuelta al encuentro.

El Talavera entró al partido haciendo uso del factor sorpresa. Ante un Algeciras dubitativo por sus últimos malos resultados, los visitantes se encontraron con una situación de gol muy clara en el minuto 7, una internada por la banda izquierda que acabó en centro a Álvaro Juan, solo dentro del área, intervino el portero Flere sacando el balón a bocajarro y el rechace lo despejó Jordi bajo los palos ante un nuevo intento a cargo de Escudero. El primer cuarto de hora fue esperanzador para los pupilos de Rubén Gala al ser muy verticales en ataque, sobre todo por la banda izquierda, donde Souleymane hizo estragos a la defensa en varias ocasiones, y llegando con asiduidad a la portería rival.

No obstante, con el paso de los minutos, la tónica fue cambiando y el Algeciras comenzó a encontrar una versión más depurada. Así, una entrada de Albarrán desde la banda derecha acabó despejada por el portero Biel. Poco después, David Martín probó fortuna desde la frontal del área, obligando al guardameta balear a desviar con los pies a córner. La dinámica positiva del Algeciras le deparó el premio de tomar ventaja. Roni, el delantero de referencia, cabeceó fácilmente a la red, por la mala colocación de la defensa, a la altura del área pequeña un centro de Juan Serrano desde la banda derecha en el minuto 22. Lo de verse por debajo en el marcador supuso un golpe duro, pues el Talavera ya no recuperó el juego prometedor de los primeros instantes y, además, intentó resguardarse ante los nuevos intentos rojiblancos. Tomás, aprovechando una segunda jugada tras un córner, disparó al lateral de la red a pocos instantes para el descanso.

El paso por los vestuarios deparó tres cambios visitantes. Rubén Gala modificó la fachada ofensiva dando entrada a Alfredo, Etxaburu y Giuliano. El comienzo del segundo tiempo transcurrió similar al del primero. Es decir, el equipo de Rubén Gala buscó el protagonismo y generó ocasiones como un disparo del revulsivo Giuliano al culminar una buena jugada individual de Parra aunque no generó excesivo peligro ante los dominios de Flere. Poco después, y en otra desconexión mental dentro del área propia, el recién incorporado Lolo Garrido trató de ceder de cabeza un balón sin aparente peligro a su portero, pero no apreció la presencia del habilidoso Álvaro Romero, que detectó la situación, controló el esférico frente a Biel, trató de superarle en un primer intento y convirtió el rechace del mismo para ampliar la renta en el minuto 68 y arruinar nuevamente el buen tramo de fútbol del Talavera.

La cómoda renta llevó al entrenador local, Ivan Ania, a dosificar esfuerzos y a bajar la guardia. El conjunto talaverano se echó al ataque en busca de la reacción. Alfredo, de frente a la portería, no logró conectar un envío raso desde la banda izquierda. La entrada de Bassirou, quinto y último recambio de Rubén Gala, otorgó un plus dentro del intento de remontada. El atacante ghanés dispuso de hasta cuatro ocasiones en apenas cinco minutos por desborde y velocidad, pero fue absolutamente ineficaz en todas ellas. Superado el tiempo reglamentario, el Algeciras tuvo alguna ocasión más merced a los espacios que dejó atrás el equipo blanquiazul. En un contraataque con clara superioridad numérica, el revulsivo Mizzian no logró disparar entre los tres palos ante una buena situación de gol. Aun así, la oportunidad más clara de la prolongación la tuvo, de nuevo, Bassirou, que no consiguió regatear a Flere mediante un mano a mano, tras el cual el también revulsivo Alfredo estrelló su disparo en el cuerpo del propio portero.