El pasado sábado 26 de noviembre de 2022, la Asociación de Vecinos Río chico mantuvo un encuentro entre miembros de anteriores directivas para hacer una conmemoración de los 20 años de su creación. Durante este encuentro, quisieron poner en valor tanto la historia como los logros alcanzados desde su nacimiento.

Tito Martín, Félix Gómez, Óscar Siles, Enrique Lázaro, Mariana Pinotti y Ricardo Medina contaron cómo surgió la idea de crear esta Asociación a partir de la plataforma que se inició anteriormente para lidiar con la problemática del vertedero local que el Ayuntamiento de Toledo había convertido en un vertedero provincial y estaba en vías de convertirlo en una planta de Compostaje, a pesar de que ya existían planes previos para eliminar este vertedero inicial durante el año 1999.

La lucha comenzó para demostrar que estas instalaciones incumplían la ley, pues se encontraban demasiado cerca del núcleo urbano de viviendas de la Legua. Y una vez creada esta plataforma contra el vertedero por Carlos Martín Fuentes y otros vecinos, se dio el paso de crear la asociación de vecinos Río Chico para dar cobertura legal en los venideros problemas legales y jurídicos. Incluso sufragaron todos estos costes judiciales con el abono voluntario de los vecinos, pues sin ello, no se podía pagar los servicios del abogado. Se consiguió una sentencia definitiva en el 2003, aunque no fue hasta muchos años después cuando se consiguió el traslado definitivo de este vertedero, con apercibimientos de la UE incluidos por el uso de fondos para la creación de dicha planta de compostaje.

Una lucha que tuvo una repercusión incluso en las noticias, con manifestaciones de más de 3.500 personas y un titular: "La defensa de los vecinos contra las decisiones de la administración".

Reuniones en restaurantes (en el Chuletero en sus inicios), en locales de la federación, en aulas cedidas del colegio... unos inicios duros pero necesarios, desde luego. Época inicial que tuvo y mantuvo otras luchas posteriores, como por ejemplo la dotación de servicios básicos para los vecinos como el reparto de correos a las propias casas (durante un tiempo los vecinos debían acudir a las oficinas de correos para recibir su correspondencia).

Llegó 2002 con un grupo de vecinos creando una asociación que siguió luchando: lucha contra una carretera que iba a convertirse en islas a nuestros barrios, los ruidos propios de vías no urbanas, con salidas chapuceras como el ya conocido por todos como puente chapuza, con el cierre de las calles privadas como consecuencia de la congestión de tráfico que provocaba esta falta de infraestructura (y que a día de hoy seguimos con esta misma lucha por los planes urbanísticos improvisados), pero al menos se consiguió la consideración de vía urbano para este ramal de los accesos a Toledo.

Y siguieron con más luchas, como la iniciada con la creación del colegio, que ningún estamento quería ver, que gracias a encuestas y reuniones de las juntas directivas se consiguió vertebrar como una de los elementos neurológicos que sin duda han hecho que nuestro barrio se considere como tal, pues el colegio es sin duda un centro de reunión de los vecinos.

Y más peleas con la administración, como por ejemplo el diseño de la avenida del Madroño como el parque urbano que los vecinos echaban en falta, pues a pesar del escepticismo sobre la funcionalidad se convención de la necesidad de estas infraestructuras, bastante modestas en sus orígenes (no como unos campos elíseos, como decía algún político) pero con tesón, y que gracias a vecinos que dieron su tiempo en diseñar para todos otro de los espacios que nos unen y nos permiten "Hacer Barrio".

Sin olvidarnos de la última gran obra en el acceso, pues se consiguió modificar las salidas del ya mencionado puente chapuzas, pero que aún no se resuelven definitivamente los problemas de tráfico que se generan hoy día en las horas punta.

Hoy Río Chico sigue y seguirá peleando por numerosos hitos sin conseguir y por los nuevos con los que nos enfrentamos en la actualidad: aún nos falta una pasarela que una los tres barrios; por un carril de verdad, con una conexión real y factible de nuestros barrios y del resto de la ciudad; el ya proyectado, con maqueta incluida, consultorio médico; integrar los diferentes intereses de los vecinos, desde los más pequeños a los mayores, que necesitan actividades que nos unan y nos hagan compartir espacios; o dar soluciones a los espacios deportivos tanto de creación del ayuntamiento como de los espacios de carácter privado que tienen en el barrio.

Dio de sí mucho esta mañana de encuentros y reencuentros, donde la Asociación un poco de la esencia original, el movimiento vecinal en su máxima esencia, personas desinteresadas, o más bien interesadas en mejorar sus vidas. Una reunión que le revitaliza como asociación y que le convence, o más bien le reitera que su barrio se ha hecho a base del empeño de los vecinos y que sin esta asociación Río Chico, sería más pobre y menos barrio.