Para algunos pueden parecer muchos y para otros muy pocos, pero lo que no deja paso a la interpretación es que un grupo de jóvenes disfrutó de un rato de botellón el viernes pasado en La Peraleda pese al decreto actual que lo prohíbe en toda la ciudad. Según el Ayuntamiento de Toledo, la Policía Local le ha informado de que solo fueran 40 o 50 personas, lo que permite al concejal de Juventud, Pablo García, restar importancia a ese incumplimiento de la ley. «Si asistieron cerca de 4.000 personas al Campus Day Festival, los que hicieron botellón fueron menos del uno o dos por ciento» afirmó García. Además, añadió que «lo destacable, por tanto, es el 98 por ciento restante».

A pesar de esto, desde el Consistorio agradecen la labor que realizó la Policía Local en su dispositivo de seguridad, estableciendo un control de registro en uno de los accesos al recinto ferial y desviando el tráfico desde el otro hasta el punto de control. Teniendo en cuenta esto, Pablo García recalcó que los que pudieron introducir alcohol en el recinto para consumirlo allí mismo «fueron los que entraron andando».

En cualquier caso, el concejal de Juventud elogió la actitud «ejemplar» de los jóvenes que disfrutaron sin incidentes de un festival de música joven, porque a García no le gusta utilizar el término de 'macrofiesta', pese a que la celebración se ajuste a lo que dicta su definición.

Sobre el exceso de ruido del que protestan los vecinos tras la celebración del Campus Day Festival, Pablo García admitió que lo había, «pero como en cualquier otro concierto», y en referencia a las mediciones de decibelios realizadas por la Policía Local en La Peraleda en los últimos meses, este expresó que «como ya dijo la concejal de Medio ambiente, son mediciones rutinarias que se hacen para propiciar el descanso de los vecinos y si hay algún problema se tratará de atajar de la mejor manera posible».

En definitiva, García aseguró que el festival fue un éxito y que el Ayuntamiento lo seguirá apoyando en sus próximas ediciones, lanzando además la siguiente comparativa: «nadie entendería que el Ayuntamiento de Aranda del Duero no patrocinara el Sonorama, un festival de música que se celebra entre las calles de la localidad». Pero por si aún quedan dudas, el botellón sigue prohibido en la ciudad.