«El misterio es una puerta a nuevas formas de conocimiento»

F. J. R.
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El escritor y divulgador Luis Dévora destaca el potencial creativo de Toledo y cómo la ciudad cambió su mente, descubriendo cosas que «no puedo explicar con el método científico»

«El misterio es una puerta a nuevas formas de conocimiento» - Foto: Yolanda Lancha

Toledo como ciudad mágica. Es un concepto presente desde hace siglos que nunca pierde fuerza. El escritor y divulgador Luis Dévora es una de sus 'víctimas', hasta el punto de cambiar la configuración de su mente. Este madrileño afincado en Illescas no dudó en comprarse hace años una casa en el Casco Histórico, enganchado por el encantamiento que destilan las piedras de la vieja capital de España.

«Estoy enganchado al síndrome de Toledo. Llegué aquí y me cambió mi filosofía», explica Dévora, que empezó su carrera divulgadora en la ciencia, con cosmología y astrofísica, y que ha terminado dedicando tres años de su vida a una investigación en la capital castellana en busca del lugar dónde se refugió San Juan de la Cruz cuando escapó de su encierro en convento del Carmen.

¿Dónde pasó la noche el místico carmelita tras huir esa noche de agosto de 1578? ¿Quién fue el misterioso personaje, portador de una espada, que le ayudó? Esos son los interrogantes a los que Luis Dévora se propuso dar respuesta en su libro 'El refugio de la noche oscura', editado por Universo Oculto, una investigación en la que no dudó aplicar el método policial. Hizo coincidir los testimonios manuscritos de esa noche con las huellas que aún quedan en la 'escena del crimen', y el resultado marcó un lugar muy especial dentro de la ciudad, la cuna de las mayores obras del misticismo.

Poco más se puede decir sin reventar el libro, pero lo cierto es que tras ese trabajo llegó otro con Toledo de nuevo como principal motor inspirador.

«Hay gente que viene a Toledo y, de repente, empieza a tener una creatividad increíble. Son cosas que no se pueden explicar. Ese es el mayor misterio de Toledo: la magia creativa que surge aquí», explica Dévora, que califica la ciudad como una «biblioteca oculta» que le llevó a ver un auténtico tablero del juego de la oca repartido por sus calles y plazas.

'La Oca de Toledo. Un viaje iniciático por la Ciudad Mágica' es su último trabajo y ahí desgrana su teoría. Sea pura curiosidad o aproximación, lo cierto es que el Casco Histórico se trasforma en un peculiar tablero de juego que propone todo un viaje iniciático.

Ese viaje no ha cesado aún para Luis Dévora, que hace una semana clausuró el primer congreso 'Toledo. Ciudad mágica' con una gran participación y un magnífico cartel de ponentes. Durante dos días, en el Castillo de San Servando se desgranaron algunos de los misterios de la ciudad, pero ni mucho menos todos. «Yo quiero seguir aprendiendo. Toledo es una ciudad especial, pero no lo digo yo, lo han dicho todos los ponentes que han intervenido en el congreso. No se puede explicar, se siente. Es como tratar de definir y poner valor numérico al amor o la amistad... hay cosas que van más allá», afirma Dévora.

«Misterio significa que hay que seguir buscando respuestas. Si respetas la ciencia y te adentras en el mundo del misterio, posiblemente, abras otras puertas de conocimiento», razona el escritor, que es consciente del potencial divulgador que tiene lo misterioso, pero también de sus connotaciones. «Hay términos, como empresario, que tienen connotaciones negativas, y otros, como emprendedor, que las tiene positivas. Lo mismo pasa con el misterio», explica sobre un universo que considera «muy limitado, solo para gente curiosa o que ha tenido experiencias que no sabe explicar con la ciencia».

Con todo, Dévora tiene claro que «hay misterio en todos los lados, en la historia y en el universo, y eso solo significa que hay que seguir buscando respuestas».

En mente, una segunda edición del congreso, aunque todavía reconoce que es pronto y debe descansar del terrible esfuerzo que le ha supuesto reunir a grandes especialistas de la materia.

Mientras, como un toledano más enganchado a la magia de la ciudad, Luis Dévora espera a que la creatividad despierte de nuevo en él y pueda emprender un nuevo proyecto. «Toledo cambió mi mente, que es más científica, porque vi aquí cosas que no pude explicar. No se pueden responder. Es como tratar de que Bécquer te explique cómo le surgían sus leyendas o al Greco que diga de dónde sus cuadros», sentencia. Pura magia, al fin y al cabo.