El avance de las ventas a través de canales digitales en internet ha experimentado en la última década un desarrollo vertiginoso con crecimientos que han obligado a sectores como el comercio, la hostelería, el turismo, el textil a una transformación sin precedentes para adaptar sus estructuras de negocio a esta nueva realidad que, sin duda, ha llegado para quedarse.

Los economistas aseguran que el comercio electrónico ha supuesto una revolución mundial en lo que a las transacciones mercantiles respecta. En España, aproximadamente el 23% de las compras totales se realizaron a través de internet en 2020. De hecho, en el último trimestre de ese mismo año, la facturación procedente del comercio online alcanzó un máximo histórico al superar los 14,5 millones de euros dentro del territorio nacional.

El sector consolidó el pasado año un fuerte crecimiento para el ecommerce con un aumento del 18% y alcanzó niveles de facturación estimados en 3.900 millones de euros.

También la pandemia marcó un antes y un después con un avance disruptivo y, sobre todo, supuso la consolidación definitiva de una actividad que se desarrolla en un mercado globalizado, tremendamente competitivo, donde la oferta y la demanda establecen unas reglas que han modernizado los negocios tradicionales bajo la premisa de que quien no maneja esta tecnología está abocado al fracaso.

La experiencia de compra del cliente también ha representado un factor clave en la expansión y consolidación de esta actividad. Poder acceder al mercado las 24 horas de los siete días de la semana durante los 365 días del año ha hecho que se desarrollen a una velocidad vertiginosa nuevos medios de pago que facilitan el proceso de compra, la facturación de las empresas y la rentabilidad de los nuevos negocios que se han desarrollado.

Por su parte, los internautas son los que experimentan cada vez más la compra on line y, de hecho, son los menores de 34 años los que más emplean este canal alcanzando hasta un 83% de penetración.

En 2021, aumentó la proporción de usuarios que declararon combinar tanto las compras on line como off line y se sigue considerando este hábito como una opción de cara al futuro. Además, disminuye el porcentaje de usuarios exclusivos físicos y en formato on line.

Respecto al gasto medio por acto de compra, los analistas aseguran que año tras año se va incrementando. Tecnología y comunicación, entretenimiento y cultura, alimentación y moda son las categorías que mayor facturación registran.

En general, la satisfacción de los usuarios del mercado digital sigue siendo muy alta con una media de 7,8 sobre 10, fijándose principalmente en aspectos como el precio, la facilidad de compra y de devoluciones, la calidad del producto y, especialmente, los plazos de entrega.

Las ofertas y promociones exclusivas conforman la motivación de elección más importante, seguido de la facilidad, comodidad, pluralidad y ahorro de tiempo.

Otros aspectos como la confianza y la forma de pago segura siguen teniendo un gran peso a la hora de decidir hacer una compra por internet. En este sentido, el ordenador sigue siendo el principal dispositivo de compra on line (79%), pero sigue perdiendo fuerza frente al móvil, que continúa subiendo (59% 2021 frente al 55% 2020).

Competitividad

Según los profesionales de la industria digital, ofrecer precios competitivos, un buen servicio al cliente y la calidad de los productos siguen siendo los argumentos más potentes que aseguran el éxito de esta nueva actividad comercial.

Se trata también de un nuevo mercado en el que también la publicidad on line y las redes sociales han experimentado un desarrollo muy importante que han desplazado a los sistemas tradicionales que han dejado de ser los protagonistas dadas sus características para adaptar los nuevos mensajes, medir resultados en tiempo real y acceder a un mayor número de público con inversiones mejor gestionadas.

Las tecnologías disruptivas, la experiencia móvil y el cliente han transformado la industria tradicional. El gran reto de todos los vendedores es mantener su liderazgo frente a los nuevos competidores digitales y detectar tendencias que impulsen sus ventas y fidelicen a sus clientes con la satisfacción de unas compras más eficientes.