El Ayuntamiento de Toledo lleva prácticamente al día sus cuentas y dispone de liquidez suficiente para hacer frente a sus obligaciones con los proveedores. Todo va bien y la frase encajaría sin problema en este caso, pero aún así, podría ir mejor. Un informe de Tesorería relativo a la sostenibilidad de la deuda comercial sobre el mes de julio plantea la necesidad de agilizar la tramitación y aprobación de facturas. 

Este tipo de documento, cuya información se remite puntualmente al Ministerio de Hacienda para el control de las administraciones, apunta que el periodo medio de pago global de las facturas se sitúa en 21.06 días, por tanto, los plazos de pago a proveedores están por debajo del límite legal de 30 días. 

La Tesorería indica que el periodo medio de pago del Ayuntamiento se encuentra en 21,78 días, el de las facturas pagadas en 21,16 días y el de las pendientes en 23,19 días. Los tiempos pueden variar a lo largo de los meses, pero la administración municipal sigue una buena línea desde que comenzó el año gracias, en parte, al saldo disponible en enero de 17,5 millones de euros. 

El informe es positivo, pero la Tesorería se ha visto obligada a subrayar algunas deficiencias para que se corrijan lo antes posible y eviten retrasos indeseados en el pago a proveedores en un futuro.

En este caso, en julio quedaron pendientes de abonar poco más de dos millones de euros  de facturas conformadas, a las que hay que sumar todas las facturas registradas que todavía no habían sido conformadas. Al hilo de esta información, la Tesorería del Ayuntamiento pone de manifiesto la existencia de una cuenta con un saldo de facturas por importe de 39.442,88 euros. 

Por tanto, tras analizar las cuentas del mes de julio, este órgano de la administración pide «que se mejoren lo tiempos de tramitación de los expedientes» para evitar posibles retrasos. Además, ve la necesidad «de aumentar el control y transparencia en la gestión de las facturas y el gasto».   

La Tesorería no entra a profundizar en el tema, simplemente observa desde hace tiempo «un retraso en la tramitación de los grandes contratos», una situación que podría perjudicar al Ayuntamiento «por el riesgo de que demanden a la administración por el devengo de intereses». 

A modo de conclusión, la Tesorería, que destaca que la información ya ha sido remitida al Ministerio de Hacienda, incide en que el Ayuntamiento no presenta problemas de liquidez porque a 31 de julio la tesorería tenía unas existencias de cerca de 31 millones de euros. En este caso, hay que destacar que el cobro de impuestos también ayuda a mantener la solvencia financiera y equilibra de nuevo la balanza en los meses de verano.

No es la primera vez que la Tesorería hace hincapié en mejorar la tramitación de las facturas, puesto que el Ayuntamiento de Toledo tiene liquidez de sobra y así lo dejó caer a principios de año, con lo que el hecho de que haya fondos garantiza que no se produzcan problemas ni retrasos. Si bien, en ocasiones se observan demoras que no guardan relación con un problema de liquidez, pero sí con «una deficiente tramitación de los gastos». A pesar de todo, existe un Plan de Disposición de Fondos del Ayuntamiento para poder afrontar el pago de todas las obligaciones que finalicen su tramitación «sin dar prioridad a unas sobre otras debido a que hay liquidez suficiente para atenderlas todas».

Más observaciones. Este órgano municipal tampoco pasa por alto el Patronato de Turismo y apunta que ha conseguido estabilizar su periodo medio de pago. Aun así, también da un toque de atención a la administración por este motivo, dado que considera que las cuentas del Patronato de Turismo «podrían ser mucho mejor, ya que el Ayuntamiento goza de liquidez para poder hacer frente a todos sus compromisos financieros y comerciales dentro del marco actual».

Está previsto que el Ayuntamiento inicie 2023 con un remanente de 7,4 millones de euros, una cifra baja si se tiene en cuenta la cantidad de gastos de la administración. De momento, no hay problemas de liquidez, pero la Tesorería lleva pendiente de esta posibilidad desde hace tiempo y cree que no es difícil que en algunos periodos se produzcan desfases que podrían conducir a rebasar el periodo máximo de pago. 

En este sentido, entran en juego los 6,3 millones de euros previstos en inversiones este año y otros proyectos con fondos europeos, ya que el Ayuntamiento suele adelantar los fondos y los recibe una vez realizadas las inversiones.