Pilar, el ángel de la guarda de las abejas

J.M.
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Una apicultora de Villasequilla se hace cargo desde hace 10 años de los enjambres retirados por los bomberos del Consorcio Provincial. «Muchos salen adelante», apunta

Pilar, el ángel de la guarda de las abejas

El Ayuntamiento de Yuncler informó hace una semana de la retirada de un enjambre de abejas en el parque de los Ríos. Se trata de una intervención más en la época del año de mayor profusión. Pero el Consistorio sumaba la coletilla de la importancia de avisar a los servicios de emergencias porque los bomberos del Consorcio disponen de la colaboración de apicultores que asumen los cuidados de este ganado y su supervivencia.

Pilar Calcerrada, vecina de Villasequilla, figura en este listado de colaboradores y ha viajado recientemente a Miguel Esteban, La Iglesuela, Santa Olalla y Casarrubios del Monte para ocuparse de estos núcleos de abejas. Los enjambres retirados por los especialistas, mediante técnicas como la aspiración, acaban en los centros de recuperación como el que mantiene Pilar en su localidad de la Mesa de Ocaña. Permanecen alrededor de dos años a campo abierto con la supervisión de veterinarios y la aportación de medicamentos. «Es muy apasionante y muy bonito», destaca de su oficio.

Desde hace una década, colabora con los bomberos del Consorcio para tratar de salvar los enjambres retirados de lugares públicos, como el quitado hace unos días en la entrada al Centro de Salud de Castillo de Bayuela. Hasta del interior de lápidas ha rescatado Pilar ejemplares que, en muchos casos, salen adelante. «El objetivo es que sobrevivan y produzcan. Que críen bien y no tengan enfermedades», explica. Y apostilla que muchos núcleos sobreviven. «Es gratificante que salgan adelante. Sin abejas, duraríamos muy poco», resalta de la función fundamental que desempeñan estos insectos por su labor de polinización.

Precisamente, la principal amenaza es la varroosis, la enfermedad de distribución mundial que más daños ocasiona a la apicultura. Se trata de una acariosis externa causada por el ácaro Varroa destructor que afecta tanto a la cría como a las abejas adultas. Los daños no sólo devienen de su acción expoliadora, sino también porque favorece la aparición generalizada de infecciones víricas y bacterianas, tanto en la cría como en las abejas adultas. En España y el resto de la Unión Europea, tiene un carácter endémico, y se trata de la única enfermedad apícola que obliga a un tratamiento sistemático de las colonias de abejas para mantener las tasas de parasitación por debajo de umbrales dañinos, según explica el Gobierno de España.

Pilar señala que la alta mortandad general de las colonias de abejas se debe también a los cambios de temperatura y al uso de los herbicidas. Sin tradición familiar en la apicultura, esta vecina de Villasequilla se interesó hace unos 15 años por la crianza de las abejas y completó una formación que sirve para que prosperen los enjambres que ahora se retiran de la vía pública por los diferentes municipios de la provincia. La polinizadoras se dividen en más enjambres en esta época del año, por lo que abundan las intervenciones de los servicios de emergencias.

El apasionante mundo de las abejas despierta la curiosidad de los legos. En breve, la Diputación Provincial oferta un curso de iniciación a la apicultura, previsto entre los días 7 y 8 de mayo. El aula de la naturaleza de 'El Borril' albergará esta formación básica dirigida a 20 alumnos. Entre la materia, figura el conocimiento de los trabajos de primavera, como el control de enjambrazón, la renovación de cera y la salud apícola. O los de verano, como la extracción de la miel y del polen. Mientras, los bomberos seguirán retirando enjambres de las calles de la provincia.