«Si demandan nuestra gestión en Vega Baja, estaremos ahí»

Jaime Galán
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El actual gerente del Consorcio de Toledo, Jesús Corroto, cumple su primer año de mandato este mes de marzo, Hace balance de lo vivido y de lo que está por venir

Jesús Corroto en el Corral de Don Diego. - Foto: Yolanda Lancha

El Consorcio de Toledo  ha celebrado ya sus veinte años de gestión, pero su actual gerente, Jesús Corroto, cumple su primer año de mandato este mes de marzo. Cogió el relevo de Manuel Santolaya, víctima del coronavirus durante la pandemia, y ahora Jesús Corroto hace balance de este primer año y de los retos que aun quedan por venir para el Consorcio y para la ciudad, así como para el patrimonio de la misma. 

Este mes de marzo se cumple un año desde que asumió la gerencia del Consorcio. ¿Cómo lo valoraría? ¿Se ha encontrado más obstáculos de lo que esperaba o es más o menos lo que se imaginaba?

A día de hoy, después de un año de intenso trabajo podría decir que el grado de ilusión está intacto o, incluso, ha crecido. El apoyo de las cuatro instituciones como del propio equipo del Consorcio está siendo muy positivo. Había muchas ganas de que la pandemia nos dejara trabajar, aunque también ha sido difícil después de que quedáramos huérfanos con el fallecimiento de mi predecesor, Manuel Santolaya. Digamos que estas dos causas nos han servido un poco de revulsivo, para dedicar a todas las víctimas nuestro trabajo y las ganas que teníamos. Por ejemplo, el Salón Rico es un punto fundamental en la ciudad y su recuperación es en honor a ellos y a lo que, tanto Manolo como Ignacio Álvarez, hicieron por la recuperación de este espacio.

Menciona a Manuel y a Ignacio hablando de que os ha dejado huérfanos. Imagino que si las circunstancias hubieran sido otras, te habrías apoyado mucho en él ¿no?

Desde luego. Desde el punto de vista urbanístico, de conocimiento del Casco Histórico y de todos los entresijos de la gestión ha habido un antes y un después.

Desde que comenzó ha dicho que su objetivo es atraer población al Casco, y sobre todo, atraer gente joven. ¿Se ven resultados?

Los resultados están estructurados. Hemos hecho un análisis y he informado ya en otras ocasiones que eran 250 los inmuebles en desuso. Cuando se analiza la ciudad para realizar toda esa regeneración urbana, también demográfica, para que la gente vuelva al Casco Histórico, los jóvenes juegan un papel importante. Son ellos los que nos llaman para saber si tenemos viviendas. En nuestros estatutos no contemplamos tener viviendas al servicio de la ciudadanía, pero sí el compromiso de mantener la ciudad viva desde el punto de vista patrimonial. El otro día en Salamanca, en un Congreso de ciudades Patrimonio, Toledo se consideró pionera en este análisis. Consiste en que el patrimonio no son solo los Bienes de Interés Cultural, sino que las personas y el papel que ellas juegan en el uso de esos inmuebles es fundamental para que el patrimonio siga vivo. Hasta la semana próxima tenemos una selección de edificios que están en desuso y el año pasado fue muy complicado desde el punto de vista administrativo, tanto de la Abogacía del Estado, la Comisión Ejecutiva, el Consejo de Administración, aprobación del presupuesto...Todo eso que parece muy inmediato ha hecho que este año no paráramos ni una semana para poder conseguir cuatro o cinco edificios, para mi es un éxito. Veremos entonces, en los próximos días, cuánta demanda hay cuando se publiquen los resultados del análisis, aunque ya sabemos extraoficialmente que hay gente joven que quieren vivir en esos inmuebles que ahora están llenos de palomas, con tal de vivir en el Casco de Toledo. Para mi ese es un punto de inflexión que abrirá la opción de rehabilitar poco a poco el Casco Histórico. Que haya gente que se interese por esos inmuebles que ahora están en desuso.

Analizando que ahora los jóvenes encuentran más dificultades para hacerse con una vivienda, de todas vuestras líneas de ayudas, ¿por cuál muestra más interés este colectivo?

Este año tenemos tres línea de ayuda para viviendas. Las primeras son los 800.000 euros que habitualmente se reparten a las personas que ya están empadronadas en la ciudad, para esas necesidades de reformas o averías de cada vecino. Nos plantean sus problemas, su empresa de construcción o reparación de confianza y nos pasan el presupuesto. Con ello, nosotros les subvencionamos una parte. El año pasado hubo unas 142 solicitudes y este año, a pocos días del cierre, vamos a estar en torno al mismo número. Teniendo en cuenta que la convocatoria antes empezaba en octubre y acababa en abril, es reseñable que tenían más tiempo para su desarrollo. Lo que nosotros hemos querido implementar en esta nueva etapa es que todos los años salga a principios de año la convocatoria en dos meses, de tal forma que la ciudadanía sepa que el año que viene volverá a salir la convocatoria en enero o febrero. Y así poder regularizarlo en paralelo con los presupuestos del Consorcio para no mezclar anualidades.

La segunda línea va para las comunidades de propietarios, para los problemas que surjan en sus zonas comunes. La tercera recoge las ayudas para seleccionar proyectos para hacer nuevas viviendas en edificios en desuso. Un proyecto que va a contar este año con un millón de euros para el Casco. Y cuando acaben las subvenciones para viviendas vamos a sacar, por demanda vecinal, ayudas para locales comerciales y edificios no residenciales. Yo espero que los jóvenes tengan la oportunidad de comprar una vivienda en estos edificios en desuso con las ayudas del Consorcio a un precio como si fuera de una cooperativa. ¿Cuánto cuesta una cooperativa? Lo que cueste la construcción. Estamos en una situación compleja y los precios varían mucho, de los materiales, la mano de obra, etc, pero lo que cueste el proyecto se dividirá y eso será lo que te cueste la vivienda. No habrá beneficio para nadie. Lo cual creo que es una oportunidad.

¿Tiene la sensación de que los vecinos del Casco conocen estas subvenciones para reformar sus casas o cree que podrían promocionarse más?

No es sensación, es realidad. Tenemos la certeza de que las comunidades de propietarios y vecinos conocen estas ayudas. Son 20 años los que llevamos visitando comunidades para poner esto en conocimiento. A José María Gutiérrez, aparejador del Consorcio, le conoce mucha gente y le paran por la calle para decirles los problemas que surjan. La propia alcaldesa también nos informa de otros problemas.

Uno de los platos fuertes de este primer año de mandato ha sido la apuesta por recuperar el Corral de Don Diego. La nueva fase de obras comenzará tras el Corpus y usted ha dicho en varias ocasiones que le gustaría que fuera un espacio dedicado a la cultura. ¿Qué novedades tiene en mente?

Como ya he mencionado antes del Congreso de Salamanca, la novedad es el nuevo uso que damos a nuestro patrimonio. En este espacio va a haber cinco viviendas para artesanos o artistas de alquiler. No solo es un espacio teatral que cierra sus puertas a las seis de la tarde y desaparece todo. Nuestra idea es que aquello tenga vida. Si conseguimos que esas viviendas sean para artistas y que no solo el Salón Rico, sino que toda la plaza del Corral de Don Diego, reúna actividades culturales lo habremos logrado. El otro día tuve una visita al Salón Rico y me decían que como era posible que esto estuviera aquí. No lo conocían y eran de Toledo de toda la vida. Nadie se imagina todo lo que hay escondido en ese rincón. Creo que va a ser un nuevo eje para la ciudad, el que comunica la cuesta de la Mona con toda esa parte, al lado de la plaza de la Magdalena. No es solo un edificio, sino una regeneración urbana que tendrá vinculación sí o sí con la artesanía, con ese eje de comercio que hay que potenciar en Tornerías y la mezquita que hay allí y que se va a dedicar precisamente a la artesanía de calidad.

Una de las actividades realizadas en este entorno fue el 'Laboratorio de Talentos', y con buena acogida. ¿Está previsto que vuelva a celebrarse?

El 'Laboratorio de Talentos' no ha parado. Los ganadores de la primera edición están en una fase de formación en el Castillo de San Servando. Allí dan clases todos los fines de semana del mundo de la escena, del canto, de la ópera u otras disciplinas para ser más profesionales. Esos resultados se expondrán en el Corral de Don Diego en otoño, pero la idea es que cuando la plaza esté terminada en 2023 vuelva el 'Laboratorio de Talentos' con nuevas novedades o propuestas escénicas. Habría que consultarlo también con el Ayuntamiento y su programa cultural.

¿Sorprenderán en exceso las obras cuando estén terminadas?

Pues la ciudadanía nos pedía que este espacio fuera peatonal y así será. Nos pedían que fuese sostenible, que tuviera jardines y árboles, y todo eso se está recogiendo en el proyecto. Será un espacio agradable para que los niños puedan jugar y los padres puedan ver una actuación en ese ágora.

Y ¿cómo avanzan las obras del Salón Rico?

A final de mes se terminará la restauración de las yeserías. Puedo decir que en nuestra Comisión Ejecutiva era mi prioridad, expuse la urgencia y entendieron que había que hacer una modificación presupuestaria para que las yeserías no se terminasen de deteriorar, porque los pedazos de estas estaban en una situación poco digna. Es una de las grandes alegrías que nos podemos llevar los toledanos, que esas yeserías del siglo XIII o antes, que estaban ahí olvidadas, se vayan a poner en el lugar que merecen.

Se habló de la policromía perdida de esas yeserías. ¿Se ha recuperado con su restauración?

Sí, es una joya. Tenían mil capas de cal, de hollín y de polución que habían ido cogiendo con el paso de los tiempos. Cuando se han ido limando con el bisturí han ido apareciendo unos colores verdes o rojos fantásticos. Es increíble pensar como tenían esa policromía en el siglo XII.

Antes ha hablado del edificio de la EMV, que pretenden que fueran para artistas. ¿Va a ser posible que sea un requisito para acceder a ellas?

Una cosa es lo que nosotros queramos para que este espacio sea redondo y otra lo que permitan las administraciones. Yo me imagino a una persona que se dedica a construir guitarras y que encima vive por la zona para no tener que coger coche y que sus hijos puedan tener acceso al Conservatorio de música. Eso a mi me parecería ideal. Administrativamente intentaremos ver si eso es posible o si luego hay unos ratios que tienen que ser de otra manera.

De unas viviendas para artistas a otras para turistas. El Ayuntamiento anunció hace tiempo que trabajaba en una ordenanza para regular las viviendas de uso turístico. ¿Cómo avanza esa nueva normativa?

Estamos en coordinación con Urbanismo pero es un tema que no compete al Consorcio. Nosotros vamos a montar un equipo de personas que acaban de terminar sus estudios en los últimos cinco años para hacer un estudio de la ciudad y tener una foto fija sobre varios asuntos, en los que se encuadraría el tipo de turista que tenemos, qué servicios ofrece la ciudad, en qué zonas hay más o menos servicios, etc. Muchas veces hablamos sin datos y nos gustaría hacer un análisis de este año con perfiles técnicos para tener datos reales sobre si hay tantos inmuebles afectados por el turismo o no. Es decir, no hablar con lo que nos cuentan, sino tener una realidad científica de la calle.

La ordenanza creo que es necesaria porque se está planteando así en todas las ciudades Patrimonio, pero cada una tiene sus características. No es lo mismo Segovia que Toledo. Allí igual les viene bien tener apartamentos turísticos porque apenas tienen hoteles. No tienen espacios para que la gente pernocte. Y sin embargo, aquí en Toledo es muy diferente. Creo que es necesario equilibrar el turismo, que es nuestra máquina industrial, y es bueno el turismo de calidad, pero siempre con la premisa de cuidar al vecino que es el que siempre está y el que le da la identidad a la ciudad.

¿Qué opina de que el ocio nocturno esté instalado en el Casco?

Ese tipo de ocio cumpliendo la normativa tendría que ser equilibrado. No habría porqué expulsarlo de la ciudad, pero yo creo que las quejas de los vecinos no vienen porque estos locales sean un problema, sino porque se les vincula al ruido y lo que se genera a su alrededor. En la plaza de Cuba en su día, cuando yo era joven, se generó mucha polémica y luego aquello desapareció porque se pusieron unos horarios y un control de limpieza que se cumplió. Hay que hacer ver a los locales comerciales de que son cómplices de lo que pasa a su alrededor, como pasa en todos los negocios. La imagen que queremos dar de calidad la damos desde el plato que presentamos, el camarero que lo sirve y el trato que recibes en cualquier negocio. Tanto si eres vecino de la zona o si estás residiendo en un apartamento turístico, calidad también es poder dormir por la noche.

Adentrados en política...el presidente regional abrió la puerta a que el Consorcio gestionara estrategias en Vega Baja. ¿Lo contemplan a corto plazo?

Nosotros estamos para apoyar la ciudad. Si las instituciones entienden que el Consorcio tiene que tener una vinculación con Vega Baja estaremos ahí, pese a todo el trabajo que tenemos y los frentes abiertos que mantenemos en el Casco Histórico. El plan especial del Casco no contempla esa zona, con lo cual habría que ver como se podría incorporar, pero en cualquier caso, nuestra línea de actuación es el Casco. No cerramos la puerta pero habría que argumentarlo administrativamente. Me alegra mucho que haya un acuerdo entre el ministerio de Cultura, la Junta y el Ayuntamiento, pero el Consorcio trabaja en lo que le compete. Si demandan de nuestra experiencia estaremos al servicio en lo que podamos y en lo que administrativamente podamos.

¿Tienen previsto algún homenaje a su predecesor Manuel Santolaya y a Ignacio Álvarez a corto plazo?

Hemos hecho una memoria del año pasado, de 2020, y estuvimos en contacto con su familia, les hicieron hijos predilectos de la ciudad...pero sí que me gustaría que cuando el Corral de Don Diego sea una realidad, esperemos que el año que viene, sea el momento de tener un acto de referencia y respeto hacia ellos.

¿Tiene la sensación de que se está valorando su trabajo desde que está al frente?

Es complejo. Es un tema que cuando sales fuera te das cuenta de toda la actividad que tiene Toledo, de las rutas de patrimonio desconocido, del Mercado de las Flores, con la gente joven en la Cámara Bufa, etc. Cuando sales de Toledo te das cuenta de que tenemos una cotidianidad acerca de estos espacios únicos que hace que no les demos importancia. Sin embargo, cuando expones fuera lo que ofrecemos a la ciudadanía no paran de preguntarnos cómo lo hacemos. Te das cuenta de que muchas veces se valora más fuera que en casa. Muchos vecinos no conocen todo el patrimonio de la ciudad. Creo que en estos 20 años el Consorcio ha sido fundamental y aun no lo vemos con perspectiva, pero creo que dentro de muchos años se valorará el esfuerzo que se está haciendo por el patrimonio y por la ciudad.