Conductas agresivas de indigentes en Santa Teresa

Jaime Galán
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Vecinos y comerciantes alertan de que se sienten inseguros ante varios episodios de amenazas o actitudes incívicas en el barrio. Los afectados demandan al Ayuntamiento que actúe con urgencia «antes de que ocurra algún incidente más grave»

Las latas de cerveza y los restos de basura empiezan a ser parte del paisaje en las zonas comunes del barrio. - Foto: Yolanda Lancha

No es el primer barrio que pide actuaciones en esta línea, pero sus usuarios empiezan a sentirse cada vez más inseguros por una situación que esperan «no vaya a más por el bien del barrio». Tanto vecinos como empresarios con locales en Santa Teresa muestran su preocupación por el aumento de indigentes en la zona. Desde el primer momento insisten en que no tienen ningún problema con su presencia y que les gustaría ayudarles, pero denuncian que la situación se está volviendo «insostenible» debido a las actitudes que están teniendo estas personas en el barrio. Aunque alertan de que hay «hasta 40 indigentes diariamente», reconocen que muchos están de paso y que son solo unos pocos los que están asentados en el barrio. Demandan soluciones urgentes a los cuerpos de Policía y al Ayuntamiento «por temor a que pasen cosas más graves», alertando de que ya han sufrido accidentes y amenazas, además de una constante suciedad en los entornos que frecuentan.

Los testimonios que revelan estos sucesos informan de que estas personas se mueven por el entorno de la calle Chile y el parque infantil que hay junto a la travesía de Méjico. Espacio que, por cierto, «no puede ser usado por los niños porque duermen allí y dejan todo lleno de botes de cervezas», denuncian los vecinos. Situación que corroboran los trabajadores del servicio de limpieza, quiénes dicen haber sufrido también amenazas por parte de estas personas sin techo.

En referencia a las actitudes que encarnan diariamente, los denunciantes relatan que solo hace unos días «pudo pasar algo grave» cuando uno de los indigentes se abalanzó sobre una furgoneta que iba marcha atrás. «Por suerte, el vehículo iba despacio y solo resultó herido leve en el hombro», narra un vecino. Y es que para ellos, el problema reside en que «se pasan el día consumiendo alcohol». 

También lo refrendan los propietarios de algunos negocios locales, quiénes se ven obligados a intervenir porque se asientan en las puertas de sus tiendas provocando problemas con los clientes o la ausencia de los mismos al negocio. «Si no se toman medidas, más de uno vamos a tener que cerrar», destacaron.

Los vecinos temen que la situación llegue a mayores en un barrio muy frecuentado por jóvenes durante el fin de semana. De hecho, algunos afirman haber presenciado como indigentes «dicen cosas de mal gusto a las chicas» o «hacen sus necesidades delante de todo el mundo». Esta última situación, según otro de los vecinos, acabó en amenaza de muerte cuando este le pidió respeto. 

Demandan, por tanto, que el Ayuntamiento actúe y ayude a estas personas, o que de lo  contrario, otorgue medios a los Policías «para que puedan hacer algo». Destacan, además, que cuando los agentes han acudido en reiteradas ocasiones a sus llamadas «lo único que hacen es cambiarlos de ubicación, lo que resulta inútil». Es más, los vecinos apuntan que fue la propia Policía quién les recomendó acudir a La Tribuna en busca de soluciones.

Los primeros contactos entre los afectados y los Servicios Sociales municipales no han tenido mucho éxito, al obtener por respuesta «que no pueden hacer gran cosa». Esperan una mayor involucración municipal y no descartan movilizaciones hasta que se garantice un barrio seguro para ciudadanos y negocios locales.