Garciotum abona la primera cooperativa agrolimentaria serrana

J.M.
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Diego Guerrero, procedente del sector aeronáutico, lidera el proyecto que pretende revivir los huertos abandonados de una comarca que acusa la despoblación

Garciotum abona la primera cooperativa agrolimentaria serrana

Diego Guerrero ha dedicado 20 años de su vida al exigente sector aeronáutico, pero ha dado recientemente carpetazo a su trabajo en el aeródromo de Casarrubios del Monte y se ha decidido a cultivar su pasión: la agricultura. En Garciotum, un municipio de la Sierra de San Vicente con 200 empadronados, cosecha productos como tomates, pimientos o berenjenas. Una tierra fértil pero abandonada. Por ello, encabeza la creación de la primera cooperativa agroalimentaria de esta comarca de 22 municipio que acusa un notorio proceso de despoblación.

«Vengo del sector más controlado y con más exigencia. He dirigido equipos», explicaba ayer a este diario este medio cordobés medio madrileño de 49 años que dimite ahora de la aeronáutica y encara sin rodeos las complicaciones del nacimiento de una cooperativa.

Desde hace ocho años, ha convertido Garciotum en su segundo hogar. Un familiar le inoculó el atractivo por un pueblo cercano a la A-5 y en la parte baja de la comarca de la Sierra de San Vicente. Ahora se ha decidido a revivir los huertos abandonados del pueblo y de la comarca mediante la creación de canales de venta.

Diego ha convocado el sábado en el Centro Cultural de Garciotum a los interesados en apoyar el proyecto que busca dar una salida comercial a los tomares, pimientos, berenjenas y demás criados en el campo serrano. Con unas metas iniciales modestas, pretende tejer una red con los negocios de hostelería y alimentación de la propia Sierra de San Vicente.

«Estamos entusiasmados de compartir con ustedes cómo puede beneficiar este proyecto a la comunidad en general», dice la convocatoria difundida por el Ayuntamiento de Garciotum. El acto concitará principalmente a hortelanos de este municipio y del vecino Nuño Gómez.

Diego ha revisado la situación del sector primario en la Sierra de San Vicente y observó sorprendido que solo existen dos cooperativas: una de pienso y otra de mermelada. «Hay infinidad de huertos que se están abandonando en la comarca», afirma.

Diego prevé que la salida comercial de las hortalizas reavive el cultivo de los huertos y reanime el mercado laboral en la Sierra de San Vicente, una comarca incluida en la Estrategia Regional de Despoblación de Castilla-La Mancha por su baja demografía.

«Este proyecto busca fomentar la economía local, el desarrollo sostenible y sobre todo volver a poner en activo los huertos familiares que desgraciadamente fueron abandonados o dejaron de ser atendidos», asevera la convocatoria que masca desde hace cuatro años Diego Guerrero, el director de equipos de mecánicos de aviación que afronta el despegue de una cooperativa agroalimentaria.