Ha sido una obra que no ha llamado mucho la atención en Toledo, más allá de la colocación de una enorme grúa en la Judería y algún corte muy puntual del Tránsito. Pero después de dos años de actuación y una inversión de 2,5 millones de euros, museo Sefardí y del Greco por fin comparten unos 722 metros de renovados espacios de trabajo en una oficina única. Se trata de zonas de trabajo técnicas, dependencias administrativas, centro de control de seguridad, un futuro laboratorio de restauración, biblioteca, almacenes y zonas de trabajo con carácter técnico. A la inversión inicial habrá que añadir ahora otros 700.000 euros para la dotación, que está en proceso.
Carmen Álvarez, directora del Sefardí, y Rosa Becerril, directora del Greco, recibían en estas renovadas instalaciones ese viernes al secretario general de Cultura y Deporte, Víctor Francos, acompañado por el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca.
Comenzar a utilizar estas instalaciones, apuntó Álvarez, va a facilitar al Sefardí una renovación en todos los sentidos. En sucesivas fases, habrá una renovación expositiva.
Restos de explotación industrial, futuro almacén. - Foto: Yolanda LanchaUna de las actuaciones más destacadas de esta obra ha sido la puesta en valor de unos restos arqueológicos, en los que se venía trabajando desde hace décadas. Se trata de una estructura industrial del siglo XIV, que por un lado «supone una de las principales referencias de la Judería de Toledo que completan muy bien los hallazgos urbanos del entorno». Los restos se han adecuado para darles una función de almacén.
A partir de este descubrimiento, Álvarez anunció un próximo congreso internacional en septiembre sobre Toledo en el contexto de la arqueología medieval europea, que contará con la colaboración de museos judíos europeos de renombre y especialistas en estudios y arqueología hispano-judía. Allí se pondrá en valor la excavación arqueológica, dependencias del futuro almacén visitable para visitas académicas.
Será ya desde finales de este año cuando llegará la renovación expositiva en la que el museo lleva tiempo trabajando. La nueva exposición irá en paralelo con la ejecución de mantenimiento de vitrinas, mantenimiento de la exposición, mobiliario, diseño de los paneles, accesibilidad de contendido o comisión técnica. Habrá también rotación de piezas por conservación. Las intervenciones urbanas en la Judería de Toledo que van descubriendo los trabajos arqueológicos van a estar reflejados en el nuevo Sefardí, apuntó Álvarez.
Las oficinas compartidas. - Foto: Yolanda LanchaFrancos destacó la colaboración entre museos y el hecho de que una inversión pueda servir para más de una instalación, «un modelo colaborativo a poner en valor».
Finalmente, Tierraseca destacó el funcionamiento y el servicio de los dos museos y destacó la sensibilidad del Ministerio de Cultura hacia la política cultural en Toledo, con actuaciones como la intervención en el transparente o arreglos en la muralla, más allá de los museos estatales en la ciudad.
Más personal. También buenas noticias para el museo del Greco más allá de estas instalaciones. Becerril explicó que acaba de recibir conservadores y dos bibliotecarios, así como ayudantes de museo, «es decir, el equipo técnico comienza a estar ahora mucho más completo para las necesidades de las funciones del museo». Poco a poco, por lo tanto, se va conformando una plantilla suficiente para todas las funciones del museo. Hay que tener en cuenta que el mismo ha tenido salas cerradas e incluso problemas para abrir en ciertos tramos horarios por falta de plantilla. Becerril apuntó que el Ministerio de Cultura está trabajando para que esto no sea habitual. El museo ya abre por las tardes, desde marzo, en horario de verano hasta las siete y media.