Vega Baja se convertirá en un «espacio verde y de convivencia»

Mario Gómez
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La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha presentado esta mañana la primera fase del proyecto de recuperación de Vega Baja que pretende convertirse en «un nexo entre la zona de la Universidad, Santa Teresa, Nuevo Palomarejos y Buenavista»

Vega Baja pretende convertirse en un aula cultural e histórico al aire libre.

El futuro del parque arqueológico de Vega Baja se ha clarificado aún más durante la mañana de hoy. En un acto sobre el terreno en el que se va a actuar, la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, junto al delegado provincial de Cultura, José Gutiérrez; el arqueólogo municipal, Antonio Gómez; el arquitecto del proyecto Luis Moreno, han ilustrado lo que en un futuro cercano pretende ser «un nexo entre la zona de la Universidad, Santa Teresa, Nuevo Palomarejos y Buenavista».

El arqueólogo, Antonio Gómez Laguna, planteó la voluntad de preservar y poner en valor «el patrimonio arqueológico con el que cuenta Vega Baja», algo que según destacaba, se acometerá en unos terrenos que «llevaban trece siglos sin arquitecturas de su tiempo, tan sólo la construcción del Poblado Obrero, la nave de misiles, el cine de verano, el campo de fútbol Carlos III o, más recientemente, la parroquia de San Ildefonso».

Es por ello que la voluntad es la de acometer un proyecto, que en su totalidad abarcará 34.000 metros cuadrados y para el que hay destinados de momento 1,2 millones de euros, «gracias a la colaboración del Ministerio de Cultura, Junta de Comunidades y Ayuntamiento de Toledo», como destacó el delegado de la Junta, en referencia al convenio marco suscrito entre ellas el 23 de septiembre de 2021.

Milagros Tolón presentó el inicio de la primera fase junto al arqueólogo municipal y al arquitecto encargado del proyecto.Milagros Tolón presentó el inicio de la primera fase junto al arqueólogo municipal y al arquitecto encargado del proyecto. - Foto: Yolanda LanchaLa puesta en valor del yacimiento diferenciará los restos con trazados geométricos con islas de flores, que dejarán entre ellas paseos de jabre y zonas de plantación de arbolado allí donde ya se hicieron sondeos y no se encontraron restos, con el principal objetivo de recuperación de las áreas excavadas, limpieza y consolidación de las estructuras arqueológicas, para su apertura y puesta en conocimiento a la ciudad, recuperando el disfrute del ciudadano de esta área.

Se plantea, además, la musealización de los restos visigodos del yacimiento arqueológico, así como su ordenación física para el paso de visitantes y comunicaciones peatonales entre la avenida de Mas del Rivero y la calle de San Pedro el Verde. Finalmente, se proyecta la instalación de zonas verdes y 22 árboles así como mobiliario urbano que comprenda bancos, balizas de iluminación, papeleras y atriles para la musealización de los restos. 

Sin duda fue la alcaldesa de Toledo la que mostró mayor satisfacción con el proyecto, del que dijo que «cuando llegué a la Alcaldía, aquí había proyectadas 1.600 viviendas, y ahora con esta primera fase de recuperación de Vega Baja será un nuevo espacio verde de convivencia».

El espacio permitirá conocer cómo era el asentamiento visigodo de hace 13 siglos.El espacio permitirá conocer cómo era el asentamiento visigodo de hace 13 siglos.Según explicaba, la primera fase de este proyecto contará con un importe de 820.000 euros, si bien ya está planteada la segunda parte que afectará a otros 14.000 metros cuadrados con un montante de 480.000 euros, algo que viene a continuar la tarea iniciada hace años con la creación de la Senda de las Moreras. Por último la responsable municipal quiso manifestar que «esta no es esta una operación aislada sino pensada para encajar en la planificación urbana de Toledo, con la recuperación de riberas que vamos a iniciar en breve con Fondos Europeos y con el proyecto del Nuevo Palomarejos que desarrollaremos en los próximos años».

Primera actuación. De este modo, la actuación presentada para esta primera fase del proyecto contará con una actuación en más de 30.000 metros cuadrados que contarán con un carril bici, una rampa accesible y la puesta en valor del yacimiento, con sendas peatonales y vegetación.

El carril bici, de 1.250 metros lineales de 2,40 metros de ancho, irá paralelo a la avenida Mas del Rivero, pero en la cota de la parcela y no del propio vial, que partirá desde el principio de la calle Lucas Jordán y terminará al final de la calle Aprendices. En ambas calles se ejecutará así mismo el acerado que ahora le falta. El carril bici irá adecuando su pendiente para coger las cotas de las sendas peatonales que lo interseccionan en perpendicular y se realizará en hormigón en color tierra.