Supermercados locales limitan la compra de harina y pasta

Jaime Galán
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Una gran cantidad de estas materias primas en el país son importadas desde Ucrania. Las empresas de la provincia dependen más de sus materias plásticas o los productos químicos

Cartel actual en un supermercado de la ciudad.

Era ilusorio pensar que un conflicto del calibre de una guerra en suelo europeo como la que se está produciendo entre Ucrania y Rusia no iba a afectar a España por el mero hecho de que se produzca a 3.500 kilómetros. Evidentemente, no ha impactado ninguna bomba en territorio español, pero sus consecuencias se están notando en otros aspectos de nuestro día a día. Esos efectos se plasman en los supermercados. Aunque es una problemática que afecta a todo el país, en centros de Toledo capital se vienen dando situaciones como las que muestran las imágenes: Carteles que restringen la compra ilimitada de determinados productos. En ellos se puede leer: 'Pasta. Todas las marcas máximo 5 unidades por cliente y día' o 'Limitamos la venta de aceite de girasol y de semillas. Máximo 5 litros por cliente'. Todos estos productos tienen en común que sus materias primas lideran el listado de productos que España importa desde Ucrania. Aunque esta circunstancia se está produciendo en las diferentes marcas de todo el país, La Tribuna tiene constancia de que estos carteles de restricción de ventas se colocaron en centros de 'Mercadona' e 'Hiper Usera' en la capital regional.

Y es que según los datos del ICEX, Exportaciones e Inversiones de España, como organismo dependiente del ministerio de Economía, los productos más adquiridos por las empresas españolas a Ucrania durante 2020 y 2021 son los cereales y las grasas, aceite animal o vegetal. De hecho, en valor de millones de euros, en el último año España importó más de 545 millones de euros en cereales y más de 423 en grasas animales o vegetales. Ya la tercera demanda se incluiría en la categoría de fundición, hierro y acero con una inversión bastante menor (186 millones de euros en 2021 y 95 en 2020).

Sin embargo, pese a que esta circunstancia se esté dando en los supermercados de Toledo, las importaciones con origen en el país ucraniano y con destino a la provincia de Toledo tienen otro orden de prioridad y compra. Más que nada porque las categorías más adquiridas a Ucrania son las materias plásticas, por 300.000 euros en 2021, y otros productos químicos por 150.000 en el mismo año. Los cereales ocuparían el tercer lugar y las grasas o aceites animales y vegetales no aparecerían en el listado de los dos últimos años, por lo que su compra en empresas de la provincia al país ucraniano sería mínima. De hecho, los cereales ucranianos se adquirieron en la provincia por valor de 90.000 euros en 2021, es decir, el 0,016 por ciento de los cereales importados desde Ucrania a España. En 2020 la cifra fue aun menor.

Cartel actual en un supermercado de la ciudad.Cartel actual en un supermercado de la ciudad.Observando estos datos sonaría contradictorio que si la provincia toledana no es un comprador habitual de las materias primas de la pasta, la harina o el aceite de girasol a Ucrania, los supermercados de la ciudad restrinjan o limiten sus ventas. Sin embargo, esto tiene como conclusión más lógica que el supermercado en cuestión, aunque tenga un local abierto en Toledo, realice las operaciones en otra provincia o comunidad autónoma, como puede ser el caso de 'Mercadona' y su origen valenciano. 

ANOMALÍA. Pese a los datos de importaciones de origen ucraniano de nuestro país que se acaban de mencionar, desde la patronal de supermercados españoles, denominada  Asedas (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados), alegaron que España no está sufriendo ningún tipo de déficit de estas materias primas, y vincularon la restricción de estos productos en los supermercados al «comportamiento atípico del consumidor que se ha producido en las últimas horas». Por lo tanto, desde Asedas atribuyen la situación actual a una «demanda anómala» de estos productos, sugiriendo alternativas «tanto de origen como de producto»; que España es primer productor mundial en grasas vegetales; que la cadena alimentaria española «es extraordinariamente eficiente y tiene suficiente capacidad para proveer al mercado de dichos productos; y, por último, que las instituciones europeas, el Gobierno y los sectores más directamente afectados «están adoptando medidas para paliar esta situación de manera correcta».