El Consorcio de la Ciudad de Toledo suma y sigue en su labor ligada al patrimonio por los  hallazgos encontrados hace tiempo en un inmueble en Navarro Ledesma dentro del complejo termal romano de Amador de los Ríos que se investiga desde el año 2004. El hallazgo «de una de las piscinas más importantes de estas termas» motivó la puesta en marcha de una cuidada intervención arquitectónica y arqueológica para incluirla en este complejo termal que continúa creciendo.

Por tanto, el gerente del Consorcio, Jesús Corroto, avanzó que el nuevo hallazgo se abrirá al público después de Semana Santa y la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, apuntó que esta parte del circuito termal descubierta recientemente entrará a formar parte de la iniciativa Patrimonio Desconocido para que el público pueda disfrutar del «sistema hidráulico más importante de Roma en España». 

Además, Tolón anunció que el Consorcio continuará dando forma al proyecto de investigación que inició hace casi dos décadas porque ya se ha reservado presupuesto para continuar ampliando el complejo termal y se realizarán catas  en la plaza de Amador de los Ríos «porque se supone que no está completo» y podría localizarse en el subsuelo parte «de la zona de servicios que utilizaban los esclavos para calentar las piscinas». 

La alcaldesa visita el yacimiento arqueológico de las termas de Amador de los Ríos - Foto: Y. LanchaPor otra parte, Tolón ensalzó la labor del Consorcio en un proyecto «gradual» que ha sacado a flote parte del complejo termal y del sátiro danzante en 2016, una escultura única gracias al trabajo de un equipo multidisciplinar muy volcado en el estudio del Toledo romano.

De momento, el Consorcio continuará avanzando en su línea de investigación, «un proyecto bastante ingenioso porque no existe en España otro igual, basado en acuerdos con los propietarios», explicó el arqueólogo del Consorcio, Carmelo Fernández Calvo, muy contento con los resultados de un proceso «muy laborioso de hipótesis, trazas, zonas de actuación y una  labor de rehabilitación de los inmuebles para acomodar los espacios públicos con las necesidades de los propietarios».

En este sentido, Tolón reconoció que plantear acuerdos con los propietarios es fundamental para avanzar en la intervención arqueológico y aseguró que en Toledo «nunca ha habido problemas» para que los particulares cedan espacios al Consorcio por una serie de años a cambio de proyectos de rehabilitación necesarios para los propietarios. 

De momento, las termas de Amador de los Ríos ocupan aproximadamente 3.000 metros cuadrados, contando con lo excavado, pero aún queda complejo por descubrir en estas termas públicas imperiales caracterizadas «por su buen estado de conservación y su monumentalidad». 

Al respecto, el arqueólogo también subrayó que en Toledo se localizan termas en la zona de Cabrahigos y algunos ejemplos de termas privadas, pero las de Amador de los Ríos son únicas y afirmó que ni siquiera Mérida, con la cantidad de restos romanos que atesora dispone de un yacimiento de estas características.

La intervención. Tras una intensa labor arqueológica en los sótanos de la vivienda de Navarro Ledesma, fue necesario poner en marcha obras en el sótano, rebajando el suelo del inmueble tres metros, que precisó también «labores de sujeción y estructurales», según comentó el arquitecto y director de estos trabajos, José Antonio Rosado. No obstante, dio a entender también que la intervención ha sido compleja, pero finalmente se ha conseguido integrar los hallazgos en el inmueble de «una manera lo más discreta posible».