José Luis Arroyo

Rayadas Millennials

José Luis Arroyo


Puerta abierta a la libertad

04/10/2022

No he de esconder que vivo en un dilema semanal para proceder a la elección del tema sobre el que escribir esta columna. Posiblemente, la causa de mi desconcierto se encuentre en la ocupación que tienen las 'musas de la creación' para inspirar a los mayúsculos creadores lo que conlleva un entendible abandono de los aficionados, como un servidor, que se ven abocados a realizar un ingente esfuerzo para tan pírrico compromiso.
Afortunadamente, esta semana, ese dilema me ha sido resuelto, al asistir a la reapertura de la Biblioteca de El Polígono, barrio en el que resido y que, acertadamente, ha sido dedicada a la escritora madrileña Almudena Grandes.
Toda biblioteca posee una magia especial, incluso cierto influjo esotérico, que nos permite descubrir otras épocas, reencarnarnos en otras vidas, empatizar con los sentimientos de otras personas e, incluso, liberar la mente hacia nuevos planteamientos porque, sin duda, además de ser un sitio físico en el que encontrar libros, se trata de la puerta hacia la cultura y al pleno ejercicio de los derechos de ciudadanía.
Por eso, no es de extrañar que, tanto cuando disfrutaba de ese acto, que contó con la presencia de la pareja de la autora; el poeta Luis García Montero, como en las horas posteriores, me impregnara de la sustancia que envuelve aquel lugar, haciendo volar mi mente y reflexionando sobre Almudena Grandes y su obra creativa, que le ha permitido ser definida como la Benito Pérez Galdós del siglo XX. Ciertamente, sería mi admirado Enrique Sánchez Lubián el más acertado para narrar con más profundidad y criterio la razón del paralelismo entre estos dos grandes creadores, pero es indudable que, tanto Galdós como Grandes se emplearon a fondo en presentarnos las vivencias de las gentes corrientes de la sociedad española de sus respectivos momentos, la mayoría perdedores anónimos, que sienten, sufren e incluso anhelan una existencia mejor pero que, sobre todo, llegan a vivir, incluso felizmente, en las circunstancias a las que las injusticias sociales los han relegado. Tampoco es de extrañar que, en la posteridad de ambos autores, se encuentren similitudes como el intento condenarlos al olvido. Aunque, afortunadamente, para luchar contra ese ostracismo, durante en esta legislatura, tanto para el uno como para la otra se han plantado el gobierno municipal de Toledo y su alcaldesa, Milagros Tolón.
En definitiva, volviendo a la realidad de aquel momento, la reapertura de esta biblioteca, en la que se ha invertido un millón de euros y que va a contar, por primera vez, con servicio en horario matutino, es una gran noticia para la gente que somos de barrio. Ciudadanos, que posiblemente tengan que esperar a otros autores que vengan a complementar a Galdós y a Grandes, a lo largo del siglo XXI, para que narren sus historias de gente corriente y que, mientras tanto, contarán con el acceso a una biblioteca mejor dotada y confortable en El Polígono, que les permitirá poder soñar con otras vidas, quizás también narrarlas como escritores, periodistas, columnistas o, simplemente, en un sencillo diario personal pero, sobre todo y ante todo, podrán vivirlas en la libertad plena que sólo la cultura puede ofrecer.