Los conductores que están pasando durante las dos últimas semanas por la avenida de Castilla-La Mancha, entre la glorieta del Salto del Caballo y la Estación de Autobuses están notando mucho más movimiento de lo acostumbrado. Por un lado están actuando en la ladera que baja desde el parque del Crucero un grupo trabajadores, compuesto en su mayoría por mujeres, de políticas activas de empleo, que están desbrozando y ajardinando la zona. Además, en el mismo entorno, Tagus está haciendo un extenso trabajo de mantenimiento del saneamiento, en el que está sacando importantes cantidades de barro del colector de la zona.

Ya no es solo consecuencia de la Dana del pasado otoño, explica el jefe de Servicio de Tagus, Alberto Terrero, pero es cierto que desde entonces se había acumulado algo más de tierra de lo habitual, sin llegar a producir todavía ningún colapso.

En este colector vierten las escorrentías del parque del Crucero. De forma que, como hay mucho terreno sin pavimentar, cuando se producen lluvias, llega hasta allí una gran cantidad de arena y barro. Ante esta situación, Tagus tenía la opción de hacer la extracción por medio de camiones y agua, u otra extracción mecánica y seca, por medio de una empresa, que saca el barro de forma más eficiente y menos laboriosa. A la postre, ha elegido esta segunda opción para estos trabajos de mantenimiento. Es más larga en el tiempo, pero termina por sacar el cien por cien del barro del colector.

Mantenimiento, trabajo habitual. En realidad, apunta Terrero, estas labores de mantenimiento, como las recientes en la senda ecológica, son habituales. Se desarrollan todas las semanas, aunque actuaciones como esta son más visibles porque no utilizan camiones.

Tagus tiene un plan de mantenimiento preventivo para las zonas más conflictivas, más susceptibles de recoger materiales y atascarse. Estas se limpian con más asiduidad. Más allá, la concesionaria del agua tiene en marcha un plan de mantenimiento de toda la red.