Se ha cumplido un mes de la desaparición de Fernando y Ángel y su familia sigue clamando respuestas. En el entorno de los menores no se creen para nada la hipótesis de que ambos, de 17 y 11 años, respectivamente, se refugiaran del frío y la lluvia en un contenedor de basura y murieran por asfixia, y consideran que hay terceras personas implicadas en el caso.

Por ello, a lo largo del día de hoy, tal y como ha confirmado a La Tribuna Marcos García-Montes, el abogado de los familiares, se van a presentar dos escritos ante el juzgado para, por un lado, que el caso pase a manos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Madrid para que se investigue por presunta detención ilegal y homicidio y, por otro, para que se abra una pieza en el proceso judicial para testimonios de testigos protegidos que, al parecer, pueden aportar mucha información sobre la última vez que se vio a los dos menores con vida en Toledo.

Sus padres tienen muy claro que la muerte de Fernando, hallado sin vida en el vertedero de la ciudad el pasado 15 diciembre, no es para nada fortuita y quieren que se investigue como un homicidio.

En la jornada de ayer se cumplió exactamente un mes de la desaparición en el madrileño distrito de Carabanchel de ambos menores. Se encontraban con el padre de uno de ellos cuando, con la excusa de comprar algo de comer en un cercano centro comercial, se escaparon al parecer por decisión propia. La Policía Nacional cuenta con imágenes de vídeo del metro de Madrid en la que se les ve acceder por la parada de Oporto. Fueron hasta Plaza Elíptica y desde esa estación de autobuses se desplazaron a Toledo.

El motivo de acudir a la capital castellana era, según tiene claro la Policía, ver a una antigua novia de Fernando con la que seguía teniendo contacto y a la que ya había ido a visitar con anterioridad.

Una vez en la ciudad hay más grabaciones de vídeo que corroboran que los dos menores iban solos, por propia voluntad. Se les graba en la estación de autobuses de Toledo y, al parecer, también con las cámaras de un centro comercial.

 Desde entonces se pierde el rastro de los dos chicos, y sus familiares no dejan de lanzar preguntas sobre lo que les pasó después. Dónde fueron, si se reencontró con la antigua pareja y por qué terminó Fernando en un contenedor de basura falleciendo por asfixia (así lo certifica la autopsia) hasta llegar al vertedero de la ciudad.

Además, la familia, que fue arropada por un millar de vecinos este pasado lunes en una manifestación en Villa de Vallecas, se pregunta por qué la policía tiene tan claro que el otro menor, Ángel, está también en el vertedero, toda vez que la búsqueda de su cuerpo en el Ecoparque de Toledo no está dando sus frutos a pesar de llevar ya varios días y remover gran parte de las 10.000 toneladas de residuos que había por tratar antes de la paralización judicial.

De la misma forma, desde la familia de los menores se pide una mayor información del caso por parte de la Policía Nacional, y llevan días solicitando que la búsqueda del menor aún desaparecido se amplíe a otras zonas de la ciudad y de la provincia, con la esperanza de que puedan encontrarlo finalmente con vida.