Un gol de Edmilson, en la última jugada del partido, penalizó a un ordenado CD Torrijos, que desperdició un penalti en el segundo tiempo y que parecía conformarse con el empate en el Rey Juan Carlos I.

El encuentro comenzó con el Manchego queriendo imponer su ritmo y controlando el juego, buscando prioritariamente surtir de balones a Edmilson, que con su rapidez, trató en todo momento de desestabilizar a sus defensores.

Precisamente el delantero guineano reclamó un penalti tras una caída ante dos rivales en el minuto 9, pero el árbitro dejó seguir el juego.

No fue hasta el minuto 22 cuando llegó la primera ocasión de peligro del partido, al rematar de cabeza Álex Jiménez un buen centro, pero el esférico se estrelló en el larguero. Dos minutos después, Edmilson envió fuera un zurdazo desde dentro del área.

El Torrijos prácticamente no existía en ataque y la única llegada con peligro de los primeros 45 minutos que protagonizó, se produjo tras un saque de falta en que la indecisión de los defensas locales provocó una situación complicada para su portero.

A partir de ese momento, comenzó la exhibición de Berlana. El portero del Torrijos estuvo inmenso en varias acciones, evitando el gol del conjunto local. Su primera gran intervención llegó en el minuto 30, al enviar a córner un buen disparo de Verdú. La segunda fue en el minuto 35, volando para desviar un gran lanzamiento de falta de Nacho Huertas que se colaba por la mismísima escuadra.

Ya en la segunda parte, después de que Nacho Huertas rozara el gol nuevamente y de que Calín evitara el gol de De Prada, tras remate de cabeza a bocajarro del centrocampista, Berlana evitó nuevamente un gol en contra con otra gran intervención ante el remate flojo de Nacho Huertas.

A los 81 minutos de juego llegó la gran ocasión para el Torrijos. El árbitro señaló penalti en una acción protagonizada por Bamba al borde del área, pero el lanzamiento de Pacheco se marchó fuera.

Esta acción espoleó al líder, que se lanzó con todo al ataque en busca del gol del triunfo, que llegó al resolver Edmilson, lanzándose al suelo para rematar el balón, un barullo en el área tras un despeje de Berlana al disparo, en primera instancia, de José Ramón.

El colegiado decretó el final y empezaron entonces unos tristes incidentes, con jugadores visitantes enzarzados con personal de seguridad, hasta que finalmente los jugadores locales pudieron celebrar con sus aficionados el triunfo.