Solo uno de los cuarenta árboles de los Jardines del Prado situados en la hilera que discurre paralela a la avenida de Extremadura estaba destinado a salvarse. El Plan de Reforma de los Jardines, que se está siguiendo para la remodelación, contemplaba una severa intervención en la alineación de la que formaba parte el olmo que cayó el domingo a la calzada de la avenida de Extremadura. El olmo ya desaparecido y otros 38 árboles, en su mayoría pinos y acacias, se tendrían que sustituir por su mal estado, según lo recogido en el proyecto. «Se proyecta también, la sustitución de la alineación del arbolado que transcurre paralelo a la avenida de Extremadura que debido a la sensibilidad que muestran al ahilamiento propiciando su inclinación, al desarrollo desproporcionado de su copa con respecto a su sistema radicular, y otras patologías que se describen es su correspondiente apartado, más recientes antecedentes de caída incontrolado de ramaje, con el fin de evitar daños imprevisibles, nos aconsejan esta decisión», señala el citado trabajo. 

El estudio contempla la sustitución de 37 árboles, el mantenimiento de uno y la supresión de dos, todos ellos sustituidos por Magnolia Grandiflora, una especie que alcanza menor envergadura, «lo que se eliminaría el peligro de caída incontrolada invadiendo la avenida de Extremadura», añade el estudio.

Envejecimiento, problemas de ahilamiento o deficiencias estructurales son las patologías detectadas en los árboles de esta alineación, con excepción de uno, precisamente un olmo como el que se cayó el domingo, pero en este caso en buen estado.  

«Se está valorando si mantenerlos o no, y si se mantienen aplicar otras posibilidades como la reducción de copa. Quitarles peso en la parte superior y alargar la vida del ejemplar sin necesidad de eliminarlo», declaraba ayer a este diario el concejal de Política Medioambiental Sostenible, Sergio de la Llave. Este periodo de reflexión se abrió en el mes de noviembre, tras el rechazo social a la tala de numerosos árboles en los Jardines del Prado y todavía no se ha cerrado. Todo indica, no obstante, que algunos de ellos se salvarán del corte y entre ellos podrían estar los de la avenida de Extremadura, con la aplicación de medidas como la de reducir la copa. Esta última podría afectar al menos a los pinos, que presentan raíces superficiales, entre otras cosas porque el crecimiento se ha limitado por el muro que delimita los jardines con la avenida de Extremadura. 

No obstante, De la Llave advierte que primará la seguridad: «El objetivo prioritario es la seguridad, lo que sucedió el domingo ha sido un ejemplo de  que hay que actuar». En el caso del olmo que se derrumbó sobre la calzada de la calle colindante, el árbol estaba seco y ocupado por una hiedra. Según el concejal, «por parte de algunos colectivos se reclamaba que era un refugio de biodiversidad». En este momento, puede que sea el único de los árboles de su alineación con un destino ya sentenciado.