El futuro de Leo Messi, que tiene contrato con el Paris Saint-Germain hasta el 30 de junio de 2023, vuelve a estar en el centro de la diana y la posibilidad de que pueda volver al Barcelona para cerrar el círculo es una opción que resuena en el entorno azulgrana, pese a la prudencia con la que se trata este asunto desde la directiva de Joan Laporta.
Después de la abrupta marcha del argentino en el verano de 2021, producto de la delicada situación económica de la entidad y de la imposibilidad de cumplir con el 'fair play' financiero, la directiva ha intentado allanar el camino de vuelta de la 'Pulga', aunque midiendo mucho los pasos.
En la 'parte noble' del Camp Nou se impone la prudencia, aunque en los últimos meses algunas declaraciones públicas aventuran las intenciones del club culé.
El pasado 23 de julio, Laporta, en una entrevista con ESPN, admitió que «moralmente» tanto como presidente de la entidad como en lo personal se sentía «en deuda» con el sudamericano:«Creo, espero y deseo que el capítulo de Messi no haya terminado en el Barça. Creo que es nuestra responsabilidad conseguir que ese capítulo, que todavía está abierto, que no se ha cerrado, tenga un momento en el que se pueda hacer cómo se debería haber hecho y tenga un final mucho más esplendoroso de lo que fue».
Seis días más tarde, y ya ante la totalidad de medios que se desplazaron con el equipo a la gira por Estados Unidos, reiteró su mensaje.
Y el entrenador, Xavi Hernández, tampoco escondió su deseo: «Me gustaría que no se hubiera acabado la etapa de Messi. Creo que se merece una segunda oportunidad, una última oportunidad, pero eso es el año que viene. Tiene contrato. ¿Me gustaría? Sí».
Pero para que eso fuera posible y cerrar como merece ese círculo virtuoso de 21 años como azulgrana interrumpido abruptamente, tienen que cambiar muchas cosas, una de ellas que el Barcelona reabra conversaciones con el rosarino. Desde el club se guarda silencio y fuentes del entorno del futbolista subrayan que «no hay ningún tipo de conversación con el Barça, ni formal ni informal».
El calendario facilitará la maniobra a Messi, al Barça y también al PSG. Del 20 de noviembre al 18 de diciembre se jugará el Mundial en Catar, y a partir del 1 de enero, el argentino quedará libre para decidir su futuro.
Las mismas fuentes del entorno del jugador agregan que el 'crack' «no tiene ninguna propuesta encima de la mesa de ningún equipo» para el próximo curso, si bien ayer se supo que los galos ya han empezado a moverse.
No hay versión oficial del club catalán y solo las 'piedrecitas' que van dejando los protagonistas sirven para dibujar el camino. Recientemente, el vicepresidente económico del Barcelona, Eduard Romeu señaló: «Si volviese, sería gratis, así que seguro que sí sería viable».
Mientras, Messi se siente fuerte. Se está consolidando en el PSG, donde ha pasado de ser un jugador residual, a uno de los determinantes.
Para siempre resonarán en los culés las palabras de su despedida: «Ojalá pueda volver en algún momento a ser parte de este club en lo que sea, ojalá pueda aportar en algo para que este club siga dándole lo mejor y siga siendo el mejor del mundo».