La incomparecencia de las víctimas obligó ayer a suspender por segunda vez el juicio contra un rumano de 52 años identificado por las iniciales A. M., acusado por la Fiscalía de un delito de tentativa de asesinato contra su expareja el mismo día de la ruptura y otro de lesiones contra otro individuo en la misma acción. La abogada del procesado, Yolanda González, indicó a los medios al término de la sesión en la sección segunda de la Audiencia Provincial que el hombre afirma que no cometió los hechos ni estuvo en el lugar, dentro del término municipal de Yuncos.

El acusado, que se enfrenta a una pena de cárcel de 20 años por ambos delitos, permaneció en prisión provisional por estos hechos casi tres años, entre diciembre de 2019 y aproximadamente septiembre de 2022, fecha del primer aplazamiento del juicio por la imposibilidad de citar a las dos víctimas. «No se alega ningún motivo para no venir», añadió la letrada, desconcertada por las ausencias ya reiteradas.

El procesado entró sin acompañamiento de la Guardia Civil ni la Policía Nacional a la Audiencia Provincial porque quedó en libertad provisional después del primer aplazamiento del juicio. «Ha mantenido siempre una misma línea», subrayó la abogada sobre la versión de su defendido.

El tercer señalamiento del juicio está anunciado para el 27 de junio de este año. Los peritos forenses y los agentes de la Guardia Civil que comparecieron para las pruebas periciales y testificales escucharon ayer de la magistrada, María Jiménez, las razones de la suspensión del juicio. Estaba previsto que durase una única sesión.

«He pedido que no se suspenda más», reclama la abogada del procesado, por lo que el señalamiento del juicio se puede celebrar incluso sin la presencia de las víctimas y testigos principales.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el acusado había mantenido una relación sentimental con la víctima. El mismo día de la ruptura, el 26 de diciembre de 2019, el procesado se presentó supuestamente en la vivienda de la mujer, que estaba de ocupa en un inmueble sin luz eléctrica ni puertas ni ventanas.

El acusado enarboló un objeto cortante tras el rechazo de la mujer y se lo clavó en el cuello al grito: «Puta, ahora sí que te voy a matar. Te lo mereces, te lo mereces'».

«Llegando a lacerar a escasos milímetros de degollación en el cartílago tiroideo», detalla el escrito de acusación de la Fiscalía. La mujer permaneció un día en cuidado intensivos y recibió el alta médica el 2 de enero de 2020. Un tercer individuo que estaba en el inmueble fue objeto también del ataque y recibió un corte en el cuello.