El Ayuntamiento de Talavera iniciará una serie de encuentros con la ciudadanía para elaborar la ordenanza municipal que regulará el funcionamiento de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que se implantará en la ciudad a lo largo de este año 2023. Unas reuniones que, tal y como avanzó a La Tribuna el concejal de Hacienda y Contrataciones y Seguimiento de las Concesiones, Luis Enrique Hidalgo, arrancarán previsiblemente el próximo mes de febrero, mientras de forma paralela prosigue el proceso para la instalación de las cámaras precisas para regular la zona restringida al tráfico de vehículos.

Como explicó Hidalgo, hasta la publicación del Real Decreto el pasado 28 de diciembre, no estaba completamente regulado «cómo tenían que funcionar las zonas de bajas emisiones» en las ciudades, donde estaban a la espera de esta información. En dicho documento ya se regula este proceso y, con él sobre la mesa y el borrador previo confeccionado desde el Consistorio talaverano, «es cuando nos ponemos a trabajar en definir exactamente todo».

Para ello, se pretende dar participación a los colectivos de la ciudad a la hora de elaborar la ordenanza municipal que regirá el funcionamiento de esta Zona de Bajas Emisiones en Talavera. Se pretende de esta manera que, de un lado, cumpla su objetivo de reducir los niveles de gases contaminantes y, de otro, «siga permitiendo el tránsito de vehículos que tengan que pasar, de la carga y descarga, de los negocios», de tal manera «que se conjuguen las dos cuestiones de forma eficaz».

En estos momentos está en proceso de licitación el contrato para la instalación de las cámaras y el sistema que controlará el acceso de vehículos al área restringida.

Para la implantación de esta ZBE se van a instalar 23 cámaras de control de acceso con reconocimiento de matrículas, 11 paneles de señalización variable en toda la ciudad para facilitar información al ciudadano en tiempo real sobre restricciones, disponibilidad de plazas de aparcamiento, información del tráfico y avisos de incidencias. Se completará con 5 estaciones de medición de calidad del aire junto con una plataforma digital de registro que gestionará la zona.

A este proceso han concurrido un total de once ofertas que aspiran a alzarse con el contrato para la implantación de esta ZBE, actuación para cual el Ayuntamiento de Talavera cuenta con un presupuesto de 1.358.344,48 euros.

En este proceso se siguen dando pasos y ya hay una propuesta de adjudicación, tras valorar las diferentes ofertas presentadas a esta convocatoria y revisar la documentación solicitada a algunas de las mercantiles antes de formalizar la adjudicación.

La UTE Techmotek es la primera clasificada para llevar a cabo esta implantación de la ZBE, actuación que podrá extenderse «durante meses» una vez se formalice la adjudicación del contrato.

A finales de año. Tal y como indicó Hidalgo, la previsión es que esté completamente instalado «a finales de 2023» con vistas a «empezar a finales de este año ya con el periodo de pruebas». Así, hasta finales de este año se podrá seguir circulando sin restricciones por el área del Conjunto Histórico, que conforma el grueso de esta ZBE, a la que se añadirá también la calle Trinidad, ya con limitaciones a la movilidad de vehículos.

Así, todavía resta casi un año para que empiece a funcionar esta ZBE, porque, como remarcó el concejal, «hay un plazo no solo para la adjudicación de este contrato, sino de instalación y luego hay que tener un periodo de prueba del sistema».

Esta ZBE se va a centrar en el casco histórico, en un área de 0,625 km2. En concreto, englobará el perímetro comprendido hasta el tercer recinto amurallado, si bien se le añade otra zona complementaria en la calle Trinidad, donde ya existen restricciones a la movilidad,  sustituyendo los actuales bolardos de acceso por cámaras.