En 2019, un grupo de personas del Grupo Local de SEO/BirdLife en Talavera descubrieron una nidada de búho real con varios pollos en una casa abandonada de una finca en el término municipal de Lagartera.

Era una muy buena noticia: aunque está experimentando una mejora en sus poblaciones, el búho real aún sufre graves amenazas para su conservación, como la disminución de su presa fundamental (el conejo), los accidentes con tendidos eléctricos, los atropellos y la caza furtiva.

Sin embargo, la buena nueva no duró demasiado y apenas unos meses después, «mientras hacíamos seguimiento de la especie en la zona, encontramos dos de los tres polluelos muertos», indican.

Denunciaron los hechos, y el Seprona de la Guardia Civil, junto con Agentes de Medio Ambiente de la zona, iniciaron una investigación tras la que se abrió un proceso penal por la supuesta comisión de un delito contra la fauna por un cazador de la zona.

Los delitos ambientales en la geografía nacional gozan de una elevada impunidad. En SEO/BirdLife «queremos cambiar estar realidad». Ante esto, «actuaremos en este caso como acusación popular en los tribunales porque además de buscar justicia, queremos que este tipo de delitos no se vuelva a cometer».

Pone de especial relieve que «llevamos años denunciando la caza ilegal de especies protegidas, como es el caso del búho real». Y es que durante décadas, este ave ha sido duramente perseguido por los supuestos daños que causaba a las especies cinegéticas. Actualmente, aunque los ejemplares muertos por disparo y los expolios han disminuido, se siguen registrando casos como el denunciado. «En las últimas semanas hemos tenido una intensa actividad en la denuncia de potenciales delitos ambientales. Solo denunciando y persiguiendo los delitos contra la naturaleza lograremos acabar con ellos».