El futuro pasa por el reciclaje

C.C. (SPC)
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Los parámetros de sostenibilidad marcan las vías de la eficiencia y la competitividad de las empresas, con medios productivos más costosos pero con más rentabilidad

El futuro pasa por el reciclaje

La economía circular se impone a pasos agigantados no solo como una forma de garantizar la rentabilidad económica sino como una exigencia imperiosa para aumentar la competencia entre las empresas. 

Las grandes licitaciones de sectores como la construcción o la industria exigen ya en la adjudicación de muchos de sus proyectos un completo plan de ejecución que comprende, por ejemplo, desde la verificación oficial de la calidad de los materiales que se van a emplear, hasta que tengan una procedencia verificable lo más próxima al lugar donde se van a emplear, que sean respetuosos con el medio ambiente y, lo más importante, una garantía de reciclaje de todos los desperdicios que se produzcan que esté avalada por una empresa de gestión de residuos que favorezca la sostenibilidad y la economía circular.

Lo que a primera vista puede parecer que resta rentabilidad a una empresa, al encarecer un proyecto determinado ante el cumplimiento de una normativa muy estricta, los expertos defienden que se trata de un sistema que garantiza un precio más justo de ejecución, que tiene en cuenta un mayor número de parámetros y con un margen económico más realista. Unas licitaciones a las que no puede presentarse cualquier compañía que carezca de las certificaciones y auditorias de calidad pertinentes.

Se trata de una nueva mentalidad de producción y fabricación que afecta cada vez a más empresas y sectores, que presta una mayor atención a valores de reciclaje, eficiencia y sostenibilidad. Un cambio de paradigma económico que ha llegado para quedarse y que cuida los detalles más sostenibles.

En esta línea, tanto la industria de productos reacondicionados como la de segunda mano no han dejado de crecer en los últimos años dentro del concepto de economía circular. La facturación de estos artículos, sobre todo tecnológicos y electrónicos como dispositivos móviles, a los que se exige una garantía similar que si fueran nuevos, se ha disparado un 15% a nivel global, según revela informe publicado por la consultora Counterpoint Research.

Cargador Único

En este escenario, los cargadores y enchufes de los dispositivos electrónicos más habituales de equipos eléctricos están en el foco de los legisladores europeos que denuncian un uso indebido por parte de los fabricantes.

Así, tras una nueva norma del Parlamento, los consumidores europeos pronto podrán cargar sus dispositivos electrónicos con un único cargador. Antes de que acabe 2024, todos los teléfonos móviles, tabletas y cámaras que se vendan en la UE deberán incorporar un puerto de carga USB tipo C, lo que evitará generar basura electrónica y alargará más la vida de estos aparatos.

De hecho, el 77% de los europeos asegura en una encuesta de Eurostat que prefería reparar los electrodomésticos y dispositivos que se averían, pero se ven obligados a comprar otros nuevos o tirarlos debido a los altos costes de reparación y a la falta de este tipo de servicios. Además, ven muy acertado obligar a las empresas a eliminar programas de obsolescencia.