El macro hotel de la calle la Plata, listo para su aprobación

F. J. R.
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El proyecto sigue adelante tras desestimarse alegaciones por ruidos, volumetría, alturas y restos

El macro hotel de la calle la Plata, listo para su aprobación - Foto: Yolanda Lancha

Un gigante de 1.952 metros cuadrados que engloba 11 inmuebles entre la calle de la Plata y el callejón de los Bécquer. Se trata del proyecto hotelero más importante a acometer en corazón histórico de la ciudad, por superficie y por la dificultad añadida de dar conexión y continuidad a tantos edificios con distintas alturas y tipologías, y está a un paso de tener luz verde para comenzar a construirse.

Tras un periplo que arrancó en julio 2019, con varias correcciones y adecuaciones del Plan Especial de Reforma Interior de Modificación (PERIM) a la ordenación urbanística del Casco, y un proceso de información pública en el que se presentaron alegaciones por parte de una comunidad de propietarios anexa y tres particulares, el concejal delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo, José Pablo Sabrido, considera que ya está todo listo para aprobar definitivamente el proyecto, algo que se verá mañana encima de la mesa de la Comisión de Urbanismo para, si se supera el cribado de los distintos grupos políticos con representación municipal, pasar a ser aprobado definitivamente en el Pleno de este mes.

Para llegar a este punto, las dificultades de tramitación han durado tres años, un plazo quizás dilatado para el promotor de la obra (la empresa Delfín SA) pero sin duda corto para los detractores del proyecto, que no entienden su tamaño y su actuación en una zona más que caliente en cuanto a pasado histórico, toda vez que casi con total certeza en esa zona donde irá el hotel se levantó en el siglo I el foro romano de Toletum.

El macro hotel de la calle la Plata, listo para su aprobaciónEl macro hotel de la calle la Plata, listo para su aprobaciónDe esta forma, la propuesta que el equipo de Gobierno municipal llevará a Pleno contempla que, en relación a las alegaciones planteadas, el futuro hotel de cuatro estrellas con 100 habitaciones tendrá un impacto acústico dentro de los límites establecidos para zona residencial, ya que se garantiza la adecuada insonorización de las habitaciones.

Además, se permite «el incremento de volumetría y aumento puntual de altura de edificación» siempre se respeten las características morfológicas de los edificios implicados en el proyecto y se protejan los valores patrimoniales destacados en el informe arqueológico.

Respecto a este último aspecto, lo único que se elimina del proyecto inicial es la posibilidad de hacer un aparcamiento en la calle Santa Justa, toda vez que queda demostrado que afectaría a restos arqueológicos allí existentes.

Los accesos en vehículo por parte de los potenciales clientes han sudo estudiados por la Policía Local, considerándose «favorables» al paso hasta la plaza de San Vicente, donde se podría hacer la carga y descarga de equipaje (por un tiempo de 10 minutos) «y un empleado del hotel podría guardar el vehículo en el aparcamiento». También habrá dos plazas de carga y descarga para mercancías, exclusivamente de 7 a 11 de la mañana.

Por último, el proyecto no excavará prácticamente en la zona y se limita la cota de referencia de la planta baja debido a que «la protección del valor patrimonial de las edificaciones hace inviables la modificación de esos niveles».

¿Qué pasa al final con la piscina de la terraza?

El proyecto inicial del enorme hotel de cuatro estrellas a escasos metros de Zocodover contemplaba la construcción de una piscina para los clientes en una terraza plana que se lograba agrupando superficies de los distintos inmuebles. 

Posteriormente, una de las trabas que encontró el PERIM era que la agrupación de superficie para esa terraza era contraria a las normas urbanísticas que rigen en el Casco Histórico de Toledo, por lo que se canceló esa posibilidad, pero sin impedir una futura piscina «factible en cualquiera de los espacios libres de edificación disponibles».

Por último, en un informe del arquitecto municipal del pasado lunes, se indica claramente que en el último proyecto «se ha eliminado la posibilidad de implantación de una piscina en la azotea». Hay dos valoraciones contrarias y un interrogante: ¿qué pasa con la piscina?