Las obras del eje de Reyes Católicos, ahora sí que sí, llegan a su fin. Con el nuevo ordenamiento del tráfico en esta entrada al Casco Histórico existía cierta incertidumbre en los vecinos sobre el recorrido que podían hacer con sus vehículos y, por consiguiente, cuál estaba prohibido. Unos pocos meses después de haber finalizado las obras y con el dispositivo de tráfico actualizado y ya operativo, el Ayuntamiento de Toledo ha instalado dos cámaras de vigilancia para controlar el cumplimiento del tráfico en este recorrido.

Estas se instalaron a finales de la pasada semana en dos puntos del eje, una en plena calle Reyes Católicos, junto a la plaza de Barrio Nuevo y en el punto dónde empieza la prohibición de la circulación, y otra en el paseo del Tránsito. La primera de las cámaras mencionadas está acompañada, a pocos metros, de dos señales de tráfico, justo en la esquina de la entrada a la Sinagoga de Santa María la Blanca, aunque estas ya llevan más tiempo en funcionamiento.

El objetivo de esta instalación es vigilar el cumplimiento del tráfico, dado que eran numerosos los vecinos que según expresaban a La Tribuna, aún desconocían el nuevo sentido del tráfico tras las obras realizadas en el entorno, por lo que seguían circulando con el orden establecido antes de las obras. Hace unos meses, el concejal de Movilidad, Juan José Pérez del Pino, informó sobre la instalación de estas cámaras de vigilancia en un Consejo de Participación Ciudadana del Casco Histórico.

La nueva ordenación del tráfico permite la entrada al Casco Histórico por la bajada de San Martín hacia el paseo de San Cristóbal tal y como estaba permitido anteriormente, pero elimina el doble sentido a la altura de la plaza de Barrio Nuevo. Es decir, que el conductor que transite por Reyes Católicos en dirección a la Puerta del Cambrón ya no puede circular hasta este monumento, frenando su trayectoria ante la señalización de prohibido de la plaza mencionada, junto a la Sinagoga de Santa María la Blanca, justo donde se ha instalado una de las cámaras de vigilancia. Los únicos vehículos exentos de esta prohibición son los autobuses urbanos, los taxis y otros vehículos autorizados.

El fin de esta prohibición del doble sentido era reducir el tránsito de vehículos por la Puerta del Cambrón, al contar el Ayuntamiento de Toledo con un informe del Ministerio de Cultura del año 2018 que recomendaba la eliminación del tráfico rodado por el monumento ante la situación de deterioro que los automóviles estaban generando en su interior. Años después, el Consistorio no cierra el tráfico por esta salida del Casco Histórico, pero sí lo limita. Y regula su cumplimiento con cámaras de vigilancia.