El Salón Rico, listo para visitas

M.G
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La restauración de este Bien de Interés Cultural del siglo XIV acaba de finalizar. La plaza del Corral de Don Diego ganará espacio y se abrirá al público en primavera

El Salón Rico, listo para visitas - Foto: Y.Lancha

El artesonado del Salón Rico ya corona exultante este Bien de Interés Cultural (BIC) que ha sido objeto de un cuidado y laborioso proceso de restauración para devolver el estado original a este emblemático edificio cerrado, encalado y abandonado desde hace décadas en la ciudad. 

Este espacio acaparó a primera hora de la mañana un gran protagonismo mediático por la retirada del andamiaje que ha sustentado un minucioso trabajo que ha permitido datar el artesonado en el siglo XIV y llevar a cabo un «excepcional estudio heráldico» que ha facilitado situar al inmueble en «un lugar destacado de la Historia de España y de Europa», según el gerente del Consorcio de Toledo, Jesús Corroto, que acompañó en la visita a la presidenta del organismo y alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, y ambos y el resto de las personas que acudieron a la convocatoria pudieron contemplar de cerca el artesonado gracias a la posibilidad que ofrecía el andamiaje de diez metros de altura.

Tolón tildó de «histórico» el momento, agradeció y valoró el intenso trabajo arqueológico y de restauración de los últimos meses y recordó que la recuperación del Salón Rico ha supuesto «un reto importante» que pone fin al abandono de esta zona céntrica del Casco que también se recuperará como n nuevo eje peatonal para conectar las proximidades del Alcázar con la Plaza Mayor. 

Si bien, la alcaldesa fue más allá porque con esta remodelación integral en el Corral de Don Diego también se pone en manos de la ciudadanía una plaza, un espacio público que seguirá invitando a realizar actividades culturales en los próximos meses, y se potencia esa política «de recuperación de vivienda» que lidera el Consorcio con cinco pisos en el antiguo inmueble de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV).

En este caso, el planning marcado por el Consorcio de esta rehabilitación integral, con un coste de más de dos millones de euros, se va cumpliendo a pesar de que los trámites del solar que acababa de comprar el Ayuntamiento por 265.000 euros se han dilatado. Sin embargo, tanto Tolón como Corroto avanzaron que la plaza se abrirán al público en primavera. Gracia a la adquisición y cesión al Consorcio de este terreno se dotará de mayor amplitud este espacio público y permitirá nuevos accesos al Corral de Don Diego. El resto de la intervención finalizará a lo largo de este año.

«Es muy importante recuperar patrimonio, crear nuevos espacios para la ciudadanía y es vital la puesta a disposición de los toledanos de vivienda de uso residencial en el Casco». Tres pilares, en opinión de Tolón, que se cumplen a rajatabla en el Corral de Don Diego, un espacio olvidado durante muchos años que escondía un importante elemento patrimonial similar «a la Casa de Mesa de finales del siglo XIII y principios del XIV y el Taller del Moro». 

En este sentido, Tolón subrayó que el proyecto no ha estado exento de dificultades, puesto que ha exigido llegar a numerosos acuerdos con propietarios y un importante desembolso de las administraciones para lograr una recuperación completa de un espacio del que ya se decía «que tenía un aspecto cochambroso y desaliñado hace cuarenta años», como recordó Corroto.

El artesonado. Sobre la reciente restauración de la cubierta del Salón Rico, el gerente del Consorcio destacó «que los escudos que aparecen en el arrocabe del artesonado homenajean a cuatro caballeros fallecidos en distintas batallas históricas». El trabajo del arquitecto Pablo González, y del resto del equipo de restauración -Eva Moreno, Canto González, Raúl Encinar, María Collar, Carlota Perla y Álvaro López, ha sacado a la luz que esta cubierta «simboliza la cúpula celeste, el cielo, con las estrellas doradas y el sol en el centro» y se trató de un encargo de la mujer de uno de los caballeros, Mencía de Ayala,  hermana de otro y prima de otro más, quien realizó el encargo en el siglo XIV, según prueba su testamento escrito.

Junto al artesonado, también es necesario resaltar la restauración de las  yeserías hace unos meses de la mano de Laura Sacristán y Adrián Pueblas. YCorroto también tuvo una mención especial para los restauradores Miguel Ángel Bonache y Carolina Peña.