'Don Amalio' doctor comprometido hasta el último día

M.G
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Marta Sánchez-Dehesa, hija del prestigioso ginecólogo reconocido a título póstumo como Hijo Adoptivo, destaca su entrega y feminismo

'Don Amalio' doctor comprometido hasta el último día - Foto: Pepe Castro

Sencillo, comprometido y muy trabajador. Así define la doctora Marta Sánchez-Dehesa a su padre, que recibió ayer a título póstumo la distinción de Hijo Adoptivo otorgada por el Ayuntamiento. «A mi padre le hubiera gustado mucho saber que la ciudad le rinde honores, pero también le habría dado mucha vergüenza porque no era nada ostentoso».

Este prestigioso obstetra y ginecólogo caló tanto dentro del hospital como en la calle. Se dedicaba a su profesión 24 horas y así también lo hizo en sus últimos días, que tampoco dejó de ver pacientes. «Era un defensor a ultranza de la mujer, un feminista en silencio, que estaba pendiente en todo momento de sus pacientes por si necesitaban algo». Asu hija le han llegado historias y anécdotas de su padre tras su muerte - con 80 años en febrero de 2022- que emocionan, como la tarde que 'Don Amalio' fue a acompañar al marido de una de sus pacientes en estado terminal para que no estuviera solo en un momento tan amargo. 

Quizá a Amalio Sánchez-Dehesa le faltó tiempo de vida. De eso se quejaba porque le hubiera gustado tardar más en cumplir 65 años para continuar en primera línea con nuevos avances y técnicas. Este ginecólogo  amaba tanto su profesión y creía tener tanta suerte por dedicarse a lo que le gustaba que puso mucho empeño en transmitírselo a su hija Marta, también ginecóloga, que intenta seguir «su legado». Ella también se siente con la misma suerte que su padre por poder dedicarse profesionalmente a la medicina, la pasión que ambos compartían en una larga familia de sanitarios.

Amalio Sánchez-Dehesa, oriundo de Manzaneque, se incorporó al hospital Virgen de la Salud en los años 70, tras una dilatada formación y experiencia de la mano del equipo de Botella Llusía. Pronto se reconoció en el ámbito sanitario su pericia, experiencia y manejo quirúrgico, y al prestigio profesional se le abrieron puertas en otros hospitales y destinos, pero no quiso marcharse de Toledo, con lo que extendió su trabajo a Madrid únicamente porque estaba a pocos kilómetros.

El tiempo era oro para Amalio Sánchez-Dehesa, que también supo dedicar unos años a la política  mirando por la ciudadanía como concejal del Partido Popular y diputado provincial. Sin duda, se sentía muy cómodo y bien acogido en Toledo, su ciudad de adopción, pero nunca perdió de vista Manzaneque, su querido pueblo, al que siempre volvía con una sonrisa. Una localidad toledana entregada a sus vecinos que también supo rendir un sentido homenaje a 'Don Amalio' dedicándole el nombre de una de sus calles, un tesoro para un hombre de raíces y compromiso.