Los vecinos de Sevilleja de la Jara quedaron huérfanos hace dos años con el cierre de la panadería del pueblo. Y el duelo ha durado hasta ahora. «No tiene nada que ver con los panes de hoy», apunta el alcalde, Faustino Ollero, por la característica del uso de un horno de lena. Ahora, Julián y Laura, unos jóvenes sin vínculo con el municipio, se han propuesto sacar adelante el negocio; abrirán dentro de unos días para abastecer de este alimento básico y de dulces a Sevilleja (230 habitantes) y a sus pedanías. El resultado de la remodelación de la tienda ha recibido la aprobación de los vecinos. Primer punto para ellos.

El abulense Julián Moreno ha cumplido 30 años y se enteró por un familiar de la necesidad de los vecinos de Sevilleja de la Jara de un panadero. Con dos años ya en el oficio, tuvo hasta que aprender a situar en el mapa a este pequeño municipio de la comarca de la Jara como parte del proceso para decantarse finalmente por capitanear el proyecto junto con su pareja.

Julián y Laura se han instalado en la localidad, que pertenece a una comarca con extrema despoblación, según la Junta de Comunidades, y pretenden repartir diariamente el pan por los pueblos de la zona. «Da mucha calidad», afirma Julián sobre el horno, que han reformado tras 57 años de actividad. El panadero que antecedió a los jóvenes ha compartido sus trucos con la pareja para que el producto sea tal y como se recuerda.

El alcalde señala que el negocio puede ser rentable por la fama del pan de Sevilleja, un producto que se conserva más de 10 días. «Queremos jóvenes y que vengan con ganas de trabajar», resume.