«Nauseabundo» vestuario y aseos femeninos de la Policía Local

F. J. R.
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Las agentes llevan años denunciando la penosa situación de las instalaciones, que no tienen duchas, agua caliente, calefacción ni apenas espacio

«Nauseabundo» vestuario y aseos femeninos de la Policía Local

«Pequeño, sucio y frío». Así describen las propias agentes el vestuario y el aseo femenino del cuartel de la Policía Local de Toledo. Las instalaciones llevan años demandado una reforma, prometida ya por el actual equipo de Gobierno, con el proyecto de obra hecho, pero que no llega.

La situación de sus compañeros masculinos es un poco mejor, pero tampoco dista mucho. Las condiciones del cuartel hace tiempo que dejaron de ser las idóneas, incumpliendo hasta las normas más básicas de salubridad. Ya se sabe, en casa del herrero…

Avanzar por el pasillo en dirección al vestuario femenino empieza a dar pistas de lo que te vas a encontrar. La propia alcaldesa, Milagros Tolón, se escandalizó en su primera visita a las instalaciones en su primera legislatura cuando pidió ir al aseo. Prometió arreglarlo, pero han pasado casi cuatro años.

«Nauseabundo» vestuario y aseos femeninos de la Policía Local«Nauseabundo» vestuario y aseos femeninos de la Policía LocalLas policías locales de Toledo se visten y equipan en un habitáculo minúsculo, con taquillas que no merecen esa denominación, en las que les es imposible guardar la ropa de calle. Ni hablar ya de las botas, el cinturón, los transmisores o cualquier material de trabajo.

Con solo dos personas se colapsa el vestuario, y eso teniendo en cuenta que la cifra de mujeres policía en Toledo alcanza las 21. El dato es un orgullo generalizado, un ejemplo de igualdad, pero parece que solo de puertas para afuera del cuartel.

El cuarto de baño del vestuario es un tema aparte. No solo es para las agentes, sino para el personal administrativo del cuartel. Cuenta con dos retretes y dos lavabos, y atenta contra la higiene íntima de la mujer. Se anula la posibilidad de cambiarse de ropa y salir aseadas del trabajo, teniendo las policías que ducharse en sus respectivos domicilios. Algo que contradice el Real Decreto 486/1997, en el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo: «que dispondrán además de duchas de agua corriente, caliente y fría, cuando se realicen habitualmente trabajos sucios, contaminantes o que originen elevada sudoración».

«Nauseabundo» vestuario y aseos femeninos de la Policía Local«Nauseabundo» vestuario y aseos femeninos de la Policía LocalLa calefacción y el agua caliente son la guinda del pastel. Pura ciencia ficción. Nunca han existido para las mujeres de la Policía Local de Toledo. De hecho, muchas de ellas nunca olvidarán las buenas palabras a su trabajo durante la nevada Filomena y, al llegar al cuartel, tener un cubo de plástico lleno de nieve para echar por la taza del retrete cuando hacían sus necesidades.

No pudieron entonces, ni ahora, lavarse las manos con agua caliente, algo que en invierno es indispensable cuando pasas horas patrullando en la calle.

El ambiente del vestuario es frío y húmedo. Tanto que se tuvo que añadir un radiador eléctrico portátil que se coloca en el único hueco existente: debajo del lavabo. 

El olor del vestuario es «nauseabundo», con humedades de dudosa procedencia en el techo. Y todo ello aderezado además con un cóctel de bichos que va desde cucarachas a escarabajos, pasando por hormigas trepadoras. 

En definitiva, un entorno de trabajo indigno que las mujeres de la Policía Local se han cansado de soportar ante la promesas de mejoras que no llegan.