El río Tajo languidece a su paso por Toledo. La estampa a su paso por la ciudad no pude ser más famélica. Si durante el día de ayer la fina capa de agua que recorría el cauce no se acercaba a los niveles normales, la imagen que se puede contemplar en el día de hoy no es para nada mejor. Las orillas avanzan hacia el centro de lo que antes era un torrente de agua, y en medio del mismo afloran superficies de tierra, como la isla de Antolinez. Si se sigue el curso del río a su paso por Toledo, solamente se puede certificar que, debido a la escasez de agua, no consigue superar la presa de Safont.

La preocupación es manifiesta y así lo expresaba Héctor Jerez, miembro de ARBA Toledo, entidad que junto a Ecologistas en Acción Toledo y la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo ha querido "levantar un grito de alarma" haciéndose eco de las imágenes que circulan por las redes del estado del río. En declaraciones a La Tribuna, Jerez explica que desconocen la causa del descenso tan acuciante del caudal a su paso por Toledo, pero que "si estamos así en junio, habiendo llovido hace dos semanas, ¿cómo estaremos en agosto cuando no haya llovido en meses?". El portavoz de ARBA Toledo, explica que en estos momentos lleva más agua el trasvase Tajo-Segura que lo que propiamente lleva el Tajo a su paso por la ciudad, algo que catalogan como "incomprensible", puesto que "en la cabecera se retiene, luego se trasvasa, y a Toledo no llega prácticamente nada", explica. Lo que desde el colectivo definen como una "sequía crónica", ha provocado que se "acerque al colapso ambiental", lo que podría augrar "una posible nueva mortandad de peces por asfixia como otros años".

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Según datos facilitados a las 20:24 horas por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), los datos del caudal eran de 15,36 m3/s en el punto de control de la Casa del Diamantista, un kilómetro río abajo del puente de Azarquiel, cifra muy similar a la que se experimentaba durante el día de ayer y que no deja de subrayar las complicada situación del río a su paso por Toledo, algo que sin una causa confirmada, podría deberse a "la extracción del agua del subsuelo que baja el nivel del agua en la superficie", como indica ARBA Toledo, que también demanda "un mayor control en los vertidos desde pueblos y urbanizaciones a todos sus afluentes".